Estos elementos constituyen tarea para el Estado, según coincidieron en la oportunidad, de manera a enfrentar la crisis con más fuerza, en una nueva versión de Plaza Pública, espacio virtual creado por la Fundación Desarrollo en Democracia (Dende) para acompañar al debate público en torno a los desafíos que tiene el Paraguay en tiempos pandémicos.
Uno de los expositores fue Héctor Cristaldo, de la Unión de Gremios de la Producción, quien adelantó que hasta 2023 se sucederán las elecciones internas y las presidenciales, con lo que se instalará de nuevo un electoralismo continuado, en medio de una tormenta (la de la pandemia), cuyo final aún no se vislumbra.
MANUFACTURA. A criterio de Lorena Méndez, del sector industrial, la apuesta por la manufactura debe ser real, ya que es el sector que genera la mayor cantidad de empleos formales con seguridad social y con costos ocultos que a veces le ubican en una competencia desleal con los ingresos ilegales de productos de contrabando.
Al abordar el comercio exterior del país, el ingeniero Cristaldo refirió que al contrario de los países de la región, que se benefician con la colocación de sus productos en China, recordó que Paraguay compra del gigante asiático por unos USD 4.000 millones anuales, pero le vende solo por USD 20 millones, con su consecuente asimetría.
También reclamó que el Ministerio de Agricultura y Ganadería haya transferido desde 2003 a 2017 unos USD 1.200 millones de dólares, para que no se vieran traducidos esos recursos en algo que sirva para el campo, por lo que el rol de la cartera está muy desfasado.
En torno a la intención permanente de generar más impuestos, Macchi expuso por su lado que antes que generar más tributos, se necesita implementar reformas, ya que un aumento de sueldos para el sector público siempre es un despropósito; mientras que respecto de la mejora en las compras públicas aún no se vieron resultados.
El desarrollo inmobiliario también estuvo representado por Víctor González Acosta, quien adelantó que en el futuro el 90% de la población estará urbanizada; por lo que en los próximos años hay que invertir USD 1.000 millones en todo lo concerniente a agua potable, transporte, drenaje, etc., pero que con el PGN no se tendrá esa posibilidad.
Consignó también que el segmento de la clase media tiene una demanda acumulada de 160.000 viviendas, para lo que se precisa de una política pública para que se construyan 10.000 viviendas por año, para que recién en unos 16 años se atienda a esa demanda.
“Necesitamos fondear la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) vía bonos con USD 500 millones para ese segmento y generar unos 150 mil empleos inmediatamente; además de generar un fondo de garantía para dar seguridad al sistema financiero. Los plazos deben ser de 20 años, con tasa del 7,5%”, expuso.
El Estado debe cumplir el rol para crear la confianza del sector privado, con la formalización paulatina del dinamismo económico, de acuerdo con análisis expuesto en Plaza Pública, de Dende.