Los cuatro aspectos fundamentales de la libertad económica son estado de derecho, intervención limitada del gobierno, eficacia reguladora y apertura de mercados. Se utilizará aquí en forma resumida la Revista sobre Libertad Económica, a ser lanzada en plataforma electrónica el 20 de agosto del 2020, a las 18:00, en Asunción, por el Instituto de Desarrollo del Pensamiento Patria Soñada (IDPPS), que trabaja asociado a la mencionada fundación norteamericana. Informaciones en www.instituto.org.py.
1. ESTADO DE DERECHO. Consiste en la sujeción de personas, instituciones y entidades, públicas y privadas, incluido el propio Estado, a la Constitución y a sus normas vigentes (leyes y reglamentaciones) conforme a los procedimientos que ella establece. Están los derechos de propiedad que permiten a los individuos acumular bienes, muebles e inmuebles, de cuya seguridad depende la confianza de los ciudadanos para emprender actividades comerciales, ahorrar sus ingresos y hacer inversiones sabiendo que los mismos y sus propiedades están a salvo de la expropiación. Está también la efectividad judicial. Los marcos legales que funcionan bien y así protegen los derechos de los ciudadanos contra la infracción de aquellas normas por parte de terceros, incluidos gobiernos y partidos poderosos. Y, finalmente, la integridad del Gobierno. Preocupación mayor es la corrupción sistémica de las instituciones gubernamentales por prácticas como soborno, nepotismo, amiguismo, clientelismo y malversación. Aunque no todos son crímenes, estas prácticas erosionan la integridad del Gobierno.
2. INTERVENCION LIMITADA DEL GOBIERNO: El rol del Gobierno es cumplir y hacer cumplir la Constitución y sus normas. Un gobierno sin límites constitucionales se opone a la prosperidad al aprobar normas que crean dependencia, socavando la oportunidad de personas y empresas a prosperar. En cambio, una intervención l-i-m-i-t-a-d-a del Gobierno hace posible a las mismas controlarla a través de la representación y del poder del voto.
3. EFICACIA REGULADORA: Incluye libertades de negocios, también en sus aspectos laborales y monetarios. Altas tasas de inflación así como de devaluación y controles de precios son nocivos para esas libertades. La capacidad de un individuo para establecer y administrar una empresa sin interferencias indebidas del Estado es uno de los indicadores fundamentales de la libertad económica. Las regulaciones pesadas y redundantes son las barreras más comunes para la libre conducta de la actividad empresarial.
4. APERTURA DE MERCADO: Se refiere a la libertad comercial. La perjudican barreras arancelarias y no arancelarias, la afianzan la libertad de inversión, medida por límites en el flujo de capitales, y la libertad financiera, las cuales determinan la eficiencia en el sector bancario. Este sistema permite a las naciones competir en el mercado mundial mediante la producción de bienes y servicios de alta calidad y bajo costo versus los consumidores. También ofrece incentivos a los países para abrir nuevas oportunidades de negocios y crear puestos del trabajo.
SUMMUM. Sin duda, la libertad económica es mucho más que un entorno empresarial en el que el emprendedurismo y la prosperidad pueden florecer. Con sus impactos de largo alcance en varios aspectos del desarrollo humano, la libertad económica empodera a las personas, desata poderosas fuerzas de elección y oportunidad, fomenta otras libertades y mejora la calidad de vida en general. El vínculo innegable entre la libertad económica y la prosperidad es una demostración sorprendente de lo que las personas pueden hacer cuando tienen la oportunidad de perseguir sus propios intereses dentro de un Estado de Derecho en Democracia.