Los ministros, de la Función Pública, Humberto Peralta; de Justicia y Trabajo, Sheila Abed, y el viceministro de Administración Financiera del Ministerio de Hacienda, Ramón Ramírez, se reunieron ayer con el diputado Dionisio Amarilla, quien, como titular de la Comisión de Cuentas y Control de la Cámara la Baja, los convocó para conversar sobre los numerosos cargos vacantes en las instituciones públicas.
El legislador explicó que actualmente rige una ley del año 1909 que obliga al Estado paraguayo a transferir el 100% del presupuesto de los cargos vacantes a la Caja de Jubilación, lo que significa un gasto innecesario. “La República del Paraguay sostiene alrededor de 20 mil vacantes por mes, lo que podría implicar un costo anual de unos 100 millones de dólares”, puntualizó Amarilla.
Indicó que no se puede ser indiferente al exagerado costo que significa para el fisco seguir sosteniendo esta misma política. “Son más de 100 millones de dólares al año y tenemos, por otro lado, cerca de 40 a 50 mil contratados, muchos de ellos con más de 10 años de antigüedad que nunca tuvieron la oportunidad de concursar para pasar a formar parte del plantel de funcionarios permanentes”, remarcó.
Amarilla sostuvo que la iniciativa de conversar con los secretarios de Estado es ante la necesidad de desprecarizar al funcionariado público, que se aproveche el resto del año y se inicie el 2014 con una nueva visión, principalmente en lo que respecta a la reglamentación del Presupuesto General de la Nación del 2014.
CONCURSO. El secretario de la Función Pública dijo, por su lado, que la preocupación principal es cómo asignar de manera eficiente los recursos que están en el Presupuesto General en lo que respecta al anexo del personal, para lograr la desprecarización y estabilidad laboral. Señaló que esto se puede conseguir con la reprogramación de los cargos vacantes.
Mencionó que se instalará la obligatoriedad de la realización de concursos internos y concursos públicos de oposición y que esto se plasme en el decreto reglamentario del presupuesto general.
Expresó que el monto presupuestado a las vacancias debe ser reprogramado a los efectos de lograr el escalafón administrativo.
“Que un jefe de departamento gane exactamente igual que otro jefe de departamento y no como ocurre ahora, que se generan privilegios irritantes”, enfatizó.