Aunque quizás quedan bolsones afectados por falta de agua, en general las lluvias de marzo beneficiaron tanto a las zonas agrícolas como ganaderas, incluso se registraron algunos excesos que derivaron en la clausura de caminos que conducen a las áreas de producción.
“Estamos saliendo aparentemente de un largo ciclo de cuatro años de sequía”, reflexionó el presidente de la Asociación Rural del Paraguay, Pedro Galli, acerca de la crisis que soportaba el sector por la falta de pastura.
En su cuenta de Twitter, el productor Juan Delgado mostró una imagen con frondosas pasturas verdes en el Chaco que ayudarán a engordar los animales.
La expectativa de una terminación a pastura oscila entre 450 y 500 kilos. Galli explicó que de esta forma los ganaderos podrán alcanzar este volumen para entregar a los frigoríficos y no venderlos desesperadamente por falta de alimentos, como ocurrió el año pasado.
También ayudará en la retención de vientres, que a su vez implica una mayor oportunidad de aumentar el hato.
Además de pastizales, los productores de bovinos que optan por el confinamiento también se dedican al cultivo de granos. En este caso se espera un volumen final de hasta 600 kilos de cada animal.
En ambos casos, el clima ayuda a contar con suficiente alimento para llegar a un peso ideal justo antes del invierno, cuando se reduce la disponibilidad pasto por factores climáticos.