22 ago. 2025

“Las mayorías políticas no pueden ser el jurado del proceso electoral”

El ex titular del Congreso colombiano y actual senador relató la experiencia en su país respecto a reformas electorales. Habló del debate sobre las listas abiertas y cerradas, y advirtió sobre los peligros del ingreso de grupos mafiosos.

Roberto Irrazábal

roberto-irrazabal@uhora.com.py

En un momento en que la clase política paraguaya debate una reforma electoral, el senador colombiano Luis Fernando Velasco Chaves visitó el país para relatar cómo se dio y se sigue dando este proceso en su país, además de hablar de los peligros que conlleva la captura de espacios en el poder político por parte del crimen organizado.

–¿Qué puede aportar la experiencia colombiana al proceso paraguayo de reforma electoral?

–Bueno, he venido a contar un poco el proceso de Colombia, que tiene muchos elementos que pueden acercarse a la situación de Paraguay, un país que está saliendo de un largo conflicto guerrillero, que sus instituciones fueron permeadas durante varios años por grupos de presión mafiosos como el narcotráfico y paramilitares que terminaron influyendo en las decisiones electorales, y todo eso lleva a que uno piense su estructura electoral.

–¿Cómo se dio y se sigue dando este proceso?

–Una reforma política es la manera como una sociedad hace acuerdos para ver cómo acceder al poder, y evidentemente se debe contar con todos. Nosotros hemos estado viviendo eso en los últimos años. En este exacto momento, en el Senado colombiano se está debatiendo una reforma política. Yo soy ponente de esa reforma política.

–¿En qué puede aportar la experiencia colombiana a este proceso aquí en Paraguay?

–Vengo a decirles cómo identificamos nuestros problemas y cómo estamos intentando hacer una concertación para enfrentar esos problemas, y a usted le va a sorprender algo, mientras en Colombia nosotros creemos que un elemento que ha potenciado los problemas de penetración del narcotráfico en la política, de desinstitucionalización de los partidos, de clientelismo, son las listas abiertas, que hacen que cada candidato haga campaña para sí y no para su partido, y que uno tenga sus peores rivales en su propio partido, pues llego aquí y encuentro que buena parte de la clase política cree que se necesitan listas abiertas.

–¿Y en general cómo se da este debate en el mundo?

–En una de mis especializaciones hicimos todo un día de debate sobre sistemas electorales en el mundo en la Universidad de Salamanca, en España, y había parlamentarios y dirigentes políticos de más de 17 países. La mitad decía que las listas abiertas eran una locura y traían muchos problemas y finalmente llegamos a la conclusión de que no hay sistema electoral perfecto, el sistema se construye de acuerdo con lo que el país quiere enfrentar, entonces esa es la primera pregunta que yo realizo aquí. Porque de acuerdo con el problema que se requiera resolver se puede realizar la reforma que se necesita.

–¿Qué le han dicho en ese sentido aquí?

–Me reuní con partidos minoritarios y noto una profunda desconfianza al sistema electoral, y ese es un problema que no se resuelve solamente con reformas legales, entonces les pregunto si están dispuestos a realizar una concertación, incluso con quienes ustedes han acusado de hacer fraude, porque esto amerita una gran concertación nacional. En las democracias hay juegos de mayorías y minorías, las políticas económicas y tributarias las definen las mayorías, pero las reglas de juego electoral no deben definir solo las mayorías, sino que es imprescindible que participen las minorías.

–¿Cómo ve el proceso que se inicia aquí?

–Veo que aquí hay un primer deseo, veo una comisión del Ejecutivo, una en el Senado, en Diputados y un sector de la sociedad civil tratando de generar los primeros acuerdos. Pero es fundamental saber qué es lo que se quiere resolver, y luego ver cómo resolvieron otros países y si fue bueno o malo. En Colombia el debate fue muy fuerte, el candidato de la derecha tuvo 10 millones de votos y el de la izquierda 8 millones y más, y ambos grupos se tuvieron que sentar a negociar estas reformas políticas electorales.

–¿Cuáles son las principales dificultades que tuvieron?

–Quienes están hoy en las corporaciones, en el gobierno, una alcaldía, consejo, están porque les ha favorecido el actual sistema electoral, y cuando te ha favorecido, pues no lo quieres cambiar, pero quien tiene visión de largo plazo tiene que terminar entendiendo que cuando la sociedad pierde confianza en el sistema electoral corremos el riesgo de caer en gobiernos populistas totalitarios tanto de izquierda como de derecha, y esos gobiernos cortan todas las cabezas, acaban con las instituciones, acaban con los partidos, y ahí pierde todo el mundo, incluso los que hoy ganaron pueden salir mañana perdiendo.

–¿Cómo afectó a Colombia la penetración de los grupos mafiosos en la política?

–En un momento, una parte importante del Congreso colombiano fue capturado por el narcotráfico. Grupos armados que cometieron atrocidades como los paramilitares tuvieron una fuerte representación política en el Congreso, y no es un chisme, hay sentencias de la Corte Suprema donde varios dirigentes políticos terminaron pagando penas de prisión porque se aliaron a grupos paramilitares. Si las mafias penetran a un partido terminan tomando todo el partido.

–¿Teme usted por el país?

–Me dolió mucho ver (el miércoles) y enterarme que estaban desactivando un carro bomba, y me dolió porque soy de una generación en Colombia que creció con los carros bombas, en unos días había cinco carros bombas, y eso es terrible. Entonces, si hay esas amenazas, van a tener que construir consensos para enfrentar esas amenazas y un paso es ponerse de acuerdo en cómo devolver credibilidad al sistema electoral paraguayo.

–¿Cómo ve el tema del control al financiamiento político?

–Tenemos que ir más allá, el financiamiento que daña el proceso electoral es el que no se detecta, el que viene escondido. En Colombia decimos que el partido más grande es el de los contratistas. Los que quieren los contratos del Estado financian a todos y luego tratan de recuperar su “inversión” con contratos con coimas. Ese tipo de financiación escondida no se resuelve con software, y creemos que ayuda eligiendo partidos y no personas, pero con ustedes es diferente porque tienen primarias (internas), entonces el gran financiamiento para quedar bien en la lista se da en esa elección.

–Aquí se teme por las mesas electorales, porque dominan los partidos tradicionales. ¿Cómo es en Colombia?

–Tú no puedes poner en una mesa electoral como jurado de una elección a unas mayorías políticas, eso es antidemocrático, entonces hay que romperlo, y eso no necesita una reforma constitucional, necesita un acuerdo político. Cuál es la respuesta, seguro nadie la tiene. En Colombia, los jurados electorales son generalmente funcionarios públicos que tienen que prestar ese día un servicio, y cualquiera pensaría que la oposición temería por esto, pero fue la derecha la que pidió cambiar, porque la mayoría de los funcionarios públicos son maestros, que en general son de izquierda. Entonces se cambió a que las empresas presentan sus listas de funcionarios y por sorteo se elijan, pero descubrimos información falsa con empresas fantasmas. En este momento son ciudadanos sorteados al azar, y creo que hemos avanzado con elementos como un testigo electoral de cada partido que quita una foto de cada acta y sube a una nube.