Por Caio Scavone | Villarrica<br/><br/>Caminando por las calles de mi añeja Villarrica siempre me pongo a pensar en los criterios usados para nombrarlas y en quienes tienen ese delicado cometido teniendo en cuenta el desconocimiento que tiene el pueblo de las hazañas de los nombrados, y ni que decir de lo desenchufados que están los concejales municipales de los merecimientos del personaje cuyo nombre lleva una calle.<br/><br/> Las calles de Río de Janeiro cuentan con un renglón del currículum del agraciado en los carteles, por lo menos para saber si fue poeta, médico, guaino o algún héroe militar. Ya tomando en joda, vemos que la calle Estrella de Villarrica brilla, pero no con luces propias, sino con apagones propios y ajenos. Casi todos los clubes de la LPF, hoy Asociación, tienen sus nombres en nuestra ciudad. Hay Libertad en las calles, Cerro Porteño, Tacuary, Rubio Ñu, Cerro Corá, pero nada de Olimpia ni de mi querido Kelito. <br/><br/>Como si no tuviésemos personas meritorias ni cosas autóctonas, importamos la nomenclatura de otros lugares del país como los ríos Aquidabán y Apa, aunque nuestro río Tebycuarymí debería llamarse río Apal, por la cantidad de guarapo que arrastra. La calle Itá Pirú está acorde con la situación actual, ya que no creo que exista algún Itá Kyra. Los dioses del Olimpo están presentes con la calle Olimpo y Fuerte Olimpo, pero de Olimpia, nada que ver nuevamente, por lo que sigue la discriminación.<br/><br/> Muchos de los personajes que tanto hicieron por nuestra comunidad no figuran en las calles para que las generaciones actuales y futuras puedan saber qué hicieron. Los nombres de León Cadogan, Jean Glitz, Ramón I y su hijo Efraín Cardozo, Delfín Chamorro no están, Félix Pérez Cardozo tampoco, aunque nos peleamos con otras ciudades para que esta sea la capital del arpa, pero su nombre no está en ninguna calle. Gumersindo Ayala Aquino, Prudencio Giménez, Óscar Barreto Aguayo, Juan Alfonzo Ramírez, Rubito Medina, Cristino Báez Monges, Enrique Samaniego, Diosnel Chase y a muchos otros talentosos músicos guaireños le honramos con el olvido.<br/><br/> Están los de Juan Boggino, Carlos Demattei, Guillermo Arias, Sebastián Bullo y Raúl Buzarquis en justo homenaje, pero se pueden enojar Agustín Guggiari, Francisco Andino, Raúl y Evaristo Fernández Decamilli, Arístides Rivas Ortellado, Trifón Benítez Vera, Fermín Manzoni, Antonio Arévalos París, Bernardo y José Rosa Aranda, Tranquilino Ortiz Cabral, Óscar López De Filippis, Rodolfo Gallatti, Emilio Mussi, Guido Chase Sardi, un gran héroe del Valois como el Mayor Eustacio Rojas Fernández, Carlos Köhn Cabañas, Teófilo Miranda, Rolando Brizuela, Ernesto Scarone, Artemio Franco Preda, Martín Cariboni, Milciades y Manuel Ramos Giménez, y otros héroes <br/><br/> Hay olvidados como don Cosme y Silvio Codas, el Gato Chase, tampoco existe una calle para recordarle a Alfredo Seiferheld, al maestro Francisco Giménez, Antonio Taboada, Francisco Ruffinelli, Emilio Mastrazzi, Cirilo Cáceres Zorrilla, Ernesto Meaurio y a la tía Dorita Forteza en nombre de las distinguidas damas guaireñas.<br/><br/> Este 25 de marzo próximo se cumplirá el primer aniversario de la muerte de otro gran villarriqueño como Helio Vera y el concejal municipal Nery González propuso que una parte de la calle donde viviera Helio, lleve su nombre. La minuta de Nery quedó cajoneada en algún lado, pero te cuento Helio que Nery sigue peleando y vos sabés tan bien que en Villarrica somos así, no te permiten una minuta, no te guardan ni un minuto, te cajonean y si pasás a vivir en un negro cajón es mucho mejor.<br/><br/> En Villarrica nos cuesta ponernos de acuerdo, por eso sugiero que denominemos a una calle Dr. Nicanor Duarte Frutos, así nos vamos a unir en armonía, pactar con equilibrio y gritar al unísono lo que tanto salió de su garganta: sapos, asteriscos, culebras y disparates. Pero, eso sí, estaremos todos juntos y hermanados...<br/><br/>