08 may. 2025

Las calles del Paraguay

Por Caio Scavone<br>VILLARRICA<br>Las muchas denominaciones que llevan las calles en todas las ciudades del Paraguay, de tan estrafalarias, algunas ya pecan de escalofriantes. Aun sabiendo que los nombres de las calles deben ser decididas por la Junta, ahora no sé si es la Junta de Gobierno o la Municipal, son llamativos los nombres que han concedido.<br> Muchas calles llevan nombres de personas, cosas o hechos que desconocemos. Y hurgando en nombres antiguos, tuve que rescatar algunos que presentan coincidencias con la realidad o, por lo menos, llaman la atención. <br>En la capital, así como existió una calle Luna, caracterizada por el lugar de internación de los lunáticos, hoy Venezuela, también existió una calle Marte, hoy Hernandarias y tuvimos la calle Saturno, la que hoy es Mariscal Estigarribia. Existió una calle del Atajo, que nada tiene que ver con el arquero Blas Hermosilla del Olimpia y Atajo se llamaba antes a Cerrito, una isla casi en las confluencias de los ríos Paraná y Paraguay. Es la actual calle Alberdi y casualmente llama la atención que Alberdi sea uno de los atajos que toman los pobladores de la zona sur y fronteriza para cruzar al lado argentino, en busca de trabajo, salud y educación.<br> Probablemente en honor a Salto del Guairá una calle se denominaba del Salto y que luego cambiaron por el nombre de Brasil y ya que como todos sabemos, los saltos del Guairá eran nomás luego brasileños. Existió una calle Olimpo, dormidero de los dioses griegos y de vital importancia para nosotros, los paraguayos. <br> La calle del Sol, allá por 1871, se convirtió en Villarrica, para que después de la muerte del presidente Franco, esa calle lleve su nombre, quedando Villarrica inmortalizada en una calle al costado del Hipódromo, donde los pingos pasean su fina estampa por los 200 metros, que es la longitud del amor de los asuncenos a los guaireños. Oliva es el nombre de una calle y símbolo patrio que nos viene bien, ya que el olivo debe quedar como imagen de los que migraron a España, cuyos euros sirven para comer algo más que aceitunas. Artigas antiguamente era denominada Los Arroyos y cada vez que llueve, debemos recordar el origen del nombre anterior. La calle Igualdad, hoy 25 de Mayo, y si la ubicamos entre Tacuary y EEUU, encontramos a los que justamente menos iguales fueron y proclamaron la diferencia de colores. No olvidemos la calle Futsal FIFA 1988 y Rumbo a Alemania con la Albirroja. Estimo que, por derechos adquiridos, debe haber un Kure Luque campeón de la Intermedia y la fecha que subió a Primera el Sport Colombia de Fernando de la Mora, digo de los Franco. <br> En Villarrica las cosas ocurren igual, hay una calle Libertad y Cerro Porteño, y sigo esperando una calle El Kelito, en honor a mi querido gran River Plate. La calle Angostura es la más ancha de la ciudad y también homenajeamos estúpidamente a los dioses del Olimpo, pero nos olvidamos del aporte de un Alfredo Seiferheld, León Cadogan, Delfín Chamorro, Ramón I. Cardozo, Isaac Kostianovsky, Jean Dupart Glitz, Simeón Carísimo o cambiar la denominación de la calle Hernandarias, donde nació y vivió el ya legendario e incomparable Helio Vera. Estoy muy a favor de la calle del gran guitarrista Maelo Gómez, pero no deben figurar en lista de espera la talla de un Félix Pérez Cardozo, el maestro Enrique Krekeller, Diosnel Chase, Gumersindo Ayala Aquino, Alejandro Villamayor, Enrique Samaniego, Cristino Báez Monges, Prudencio Jiménez, Rubito Medina, Eladio Martínez, Óscar Barreto Aguayo y muchos otros. Y por la igualdad de género y méritos recordemos a Paula G. de Vega, Crescencia Martínez, Chiquitunga Guggiari, Juliana Insfrán, Isabelita Manzini y siguen las firmas.<br>Uno parece vivir en un “barrio calendario”. Como en 3 de Febrero esquina 3 de Noviembre, donde justamente el nacido en la segunda fecha cayó en la primera. Y esto ya suena al torneo Clausura. Es que hay cada Junta.<br>