Los 41 estudiantes fueron investigados mediante sumario interno y acudieron a prestar declaración con sus abogados previa a la sanción. Algunos incluso se mostraron arrepentidos y pidieron redención y perdón a través de cartas. Sin embargo, el comité interventor, que emprendió una investigación el 10 de abril pasado, comprobó la actuación dolosa y culposa en la adulteración de registros académicos.
Al considerar la adulteración de calificaciones y asistencia, así como la falsificación de las firmas de profesores, el Consejo de Gobierno dictaminó la expulsión y la cesación de la matrícula de la decena de estudiantes por resolución Nº 99.
Los expulsados solamente podrán retirar sus certificados de estudio con las notas reales y no las compradas, para que en el caso de que sean admitidos en otra universidad puedan concluir sus estudios. El rector Michael Gibaud dijo que se actuó a tiempo para no permitir que tres de los compranotas expulsados pudieran egresar en diciembre.
Tras las huellas. Los secretarios de la Facultad de Derecho implicados en la venta de calificaciones a los estudiantes dejaron huellas de los cambios realizados en el sistema informático. Las modificaciones fueron cotejadas, una por una, hasta comprobarse 212 actas retocadas. “Nunca el delito es perfecto”, resaltó el doctor Antonio Tellechea, interventor de la Facultad de Derecho.
Los funcionarios, que cobraban entre G. 800.000 a G. 1.200.000 por notas adulteradas, fueron separados del cargo. De los 9 implicados cuatro fueron despedidos y cuatro trasladados provisoriamente mientras siguen los sumarios.
Hasta el momento fueron imputados 22 estudiantes y 3 funcionarios. Una las alumnas imputadas es María Belén Maldonado, hija del diputado Celso Maldonado. Ella trabaja en la Cámara de Diputados con un sueldo de G. 6.098.400.
La UCA decidió dar a conocer el listado oficial de expulsados el fin de semana, al culminar las notificaciones. Sin embargo, una nómina no oficial de expulsados circula desde ayer en las redes sociales y algunos medios de comunicación. En la nómina figuran deportistas conocidos e hijos de abogados renombrados.
Las autoridades de la UCA aclararon que solo se remitieron las notificaciones a los afectados con el número de matrícula de cada uno y estiman que alumnos que estaban furiosos por el desprestigio que sufrió la carrera hicieron públicos los nombres al cotejar el padrón electoral.