En la época de la Unión Soviética se utilizó la palabra Troika para describir a los tres hombres más poderosos del régimen comunista, que coordinadamente gobernaron con puño de hierro a dicho país.
Actualmente se utiliza en Europa la palabra Troika para describir a las tres instituciones –la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional– que están actuando coordinadamente en el salvataje de los países con problemas financieros.
En el caso del Paraguay, desde el advenimiento de la democracia nuestro país está siendo gobernado… mejor… empobrecido, por una Troika que nos impide el desarrollo.
Esta Troika está compuesta por los políticos clientelistas, por los sindicatos públicos y por los empresarios prebendarios proveedores del Estado.
Para gobernar una pequeña República unitaria de menos de 7 millones de habitantes, hemos creado un sistema político propio de países grandes y federales.
Hemos creado para cada departamento de la República la figura de gobernadores y de juntas departamentales, hemos creado 250 municipios dentro de dichos departamentos, cada uno con su respectivo intendente y su correspondiente Junta Municipal.
Hoy los 17 gobernadores, los 250 intendentes, los 246 miembros de las juntas departamentales y los 2.301 miembros de las juntas municipales, se llevan gran parte de los royalties que el Paraguay recibe de las hidroeléctricas de Itaipú y Yacyretá.
Paralelamente a esta hipertrofiada y absolutamente improductiva clase política, encontramos a los sindicatos de empleados públicos que luchan por sus derechos que cada vez son más impresentables.
Trabajan menos horas que los empleados del sector privado, tienen estabilidad laboral que los otros no tienen, ganan mejor y tienen más beneficios y por último tienen un mejor régimen de jubilaciones.
En estos años de democracia pasamos de 127.000 a 257.000 empleados públicos, colocándole al Paraguay, según un estudio del BID y la OCDE, como el país que más gasta sus ingresos fiscales en salarios. El Paraguay con 49,5% es el que más gasta, Colombia con el 12,1% el que menos gasta y el promedio de América Latina es del 29,1%.
El tercer miembro de la Troika que nos empobrece son los empresarios prebendarios proveedores del Estado. De nuevo un estudio del BID nos indica que la corrupción existente en casi todos los países de la región hace que los Estados tengan un sobrecosto importante en todas sus compras.
De nuevo el Paraguay se encuentra en los primeros lugares con un sobrecosto de aproximadamente 3,9% del producto interno bruto al año, es decir, que unos 1.560 millones de dólares le cuesta anualmente al país la corrupción en las compras que hace el Estado.
Los principales culpables de esta situación no son solamente estos tres sectores, sino la culpa también tiene la sociedad civil que observa con indolencia lo que ocurre y que cada cinco años está legitimando la situación con su voto.
En estos últimos 15 años el país pudo crecer a pesar de esta Troika que nos empobrece, porque desde el exterior nos regalaron unas condiciones excepcionales con el aumento de los precios de los commodities y la baja de las tasas de interés. Ese regalo se ha terminado y si nuestro país no hace reformas profundas y en serio, nuestro futuro no es promisorio.
Necesitamos una reforma política que elimine ese enjambre de gobernaciones y municipios que hoy tenemos; necesitamos una reforma del Estado que elimine o fusione un montón de ministerios e instituciones y necesitamos una reforma profunda en el sistema de compras y contrataciones públicas.
Ahora no tenemos opciones, los vientos favorables se han terminado.