24 may. 2025

La nueva crisis bancaria reaviva el fantasma de 2008

Los problemas de varios bancos estadounidenses han despertado en los últimos días el fantasma de la crisis de 2008, un derrumbe financiero que tiene ciertas similitudes pero también muchas diferencias con la situación actual.

Los colapsos del Silicon Valley Bank (SVB) y del Signature Bank, más el rescate del First Republic a cargo de la banca estadounidense traen ecos de IndyMac, Bear Stearns o Lehman Brothers, nombres propios del cataclismo que desembocó en la Gran Recesión. Evitar que se repita un escenario parecido es el gran objetivo del sector financiero y de las autoridades de EEUU, que afortunadamente hoy –según coinciden casi todos los expertos– encuentran un panorama muy distinto al de hace 15 años.

Las hipotecas basura, la proliferación de valores respaldados por esos préstamos y el estallido de la burbuja inmobiliaria en EEUU se combinaron para desatar la crisis de 2008. Ahora la crisis es principalmente de liquidez, y frente a los valores tóxicos que abundaban en muchas carteras de inversión hace 15 años, el activo que ahora generó problemas a la banca es, curiosamente, uno de los más seguros. La compra masiva de bonos del Tesoro a largo plazo aprovechando años de bajos tipos de interés y su repentina pérdida de valor con la subida del precio del dinero decretada en los últimos meses por la Reserva Federal (Fed) es el principal problema de los bancos estadounidenses en apuros.

Para entidades en posición de esperar al vencimiento de esos bonos, la situación no supone un problema, pero el SVB se vio obligado a vender buena parte de esa cartera con grandes pérdidas para poder hacer frente a las retiradas de dinero de sus clientes, principalmente empresas tecnológicas y emergentes que están pasando por momentos más complicados tras el boom de los últimos años. EFE