14 sept. 2025

La identidad luqueña está abonada por pintorescas historias

El sentido de identidad tan marcado de los nacidos en Luque se alimenta con numerosas anécdotas muy conocidas.
kure luque. El famoso mote de “kure-Luque” tiene su origen en varias versiones. Una de ellas dice que, durante la guerra del Chaco, cuando ya escaseaban los soldados, los militares hicieron un reclutamiento de civiles en Luque y los llevaron en trenes hasta Asunción. Pero como no había suficiente espacio en los lugares destinados a pasajeros, la mayoría viajó en vagones para cerdos, lo cual dio pie al “marcante”. De ahí también surgió la frase: “De primera, he’i luqueño oviaháramo kure ryrúpe”.
“Pero esa designación peyorativa que nos dieron, nosotros la transformamos en un símbolo que lucimos orgullosos”, resalta Pedro Flor, director de Cultura de la Municipalidad local.
Según otra versión, cuando Luqueño ganaba un partido, sus jugadores tenían la costumbre de tirarse al suelo y revolcarse como chanchos. Una tercera visión cuenta que, antes de la guerra del Chaco, se instalaron en Luque tres grandes fábricas de chacinados. Por ello, la mayoría de los trenes que traían cerdos de todo el país se detenían allí, y los productores se bajaban para vender su mercadería a las fábricas.
A LO LUQUE. Cuando se hace algo a las apuradas, se suele decir que se hace “a lo Luque”. Se cree que el origen de esto es que el Sportivo Luqueño tuvo un entrenador italiano, en los años 50, que impuso una estrategia futbolística ofensiva diferente a la que se solía usar –algo así como 2 defensores, 4 mediocampistas y 4 delanteros– que llevó al club a ser campeón. Este señor luego fue contratado como técnico de la selección paraguaya. Como a los asuncenos les parecía rara la estrategia, decían que la selección jugaba “a lo Luque”.
bombas y diccionarios. Un dicho afirma que “en Luque, el más pobre trabaja con oro, el más pacífico explota bombas y el más ignorante corrige diccionarios con su izquierda”. Este último aserto tiene su origen en la historia de Tomás Ozuna, un luqueño que se recibió en París de veterinario y que escribió uno de los primeros diccionarios guaraní-español/español-guaraní. Y era zurdo.
Decires populares sobre Luque hay muchísimos. Uno de ellos señala que si uno llega a esta ciudad y queda mucho tiempo parado en la esquina, terminará con las piernas pintadas de azul y amarillo.