En las páginas que llegan a diario a los lectores, la creatividad se despliega en los avisos para llamar la atención. Una tarea difícil frente a los diversos estímulos existentes que simultáneamente compiten por el interés. La motivación era la misma hace varios años, solo el contexto difiere, puesto que entonces el periódico era una de las pocas fuentes seguras de información y de espacio disponible para publicitar.
Bajo ese contexto, una variedad de ofertas llegaba al lector al adquirir el periódico. Hasta finales de los 90, solamente la tapa, contratapa y algunas fotografías eran impresas con color, en esas páginas podían aparecer alguno que u otro aviso colorido, pero en las demás, ante la ausencia de ese recurso, otros elementos eran utilizados. Al igual que hoy día se disponía de un espacio que se podía extender hasta una doble página.
Mientras algunos avisos presentaban textos planos, con las palabras y frases sin muchos efectos visuales, otras publicidades exageraban con la variedad de fuentes e informaciones. En su mayoría, entre los elementos resaltaban fotografías de los productos ofertados como autos o escenas de películas; al igual que ilustraciones, como la de unos estudiantes uniformados.
El logo de las marcas aparecían con destaque. Otro elemento fundamental es la dirección de los establecimientos, al igual que el infaltable número de teléfono, conocido hoy día como línea baja.
Algunas publicidades presentaban lo que ahora se podría considerar como exceso de información, extensos textos explicativos como en casos de sorteos acerca de la consigna, detalles de los productos, reglamentos de las promociones, etc.
Revolución OFFSET. Óscar Ferraro, quien se desempeñó como gerente Comercial de Última Hora por 24 años, destaca que la implementación del sistema offset para la impresión del diario significó una revolución. “El gran cambio que hubo, las nuevas tecnologías del offset, especialmente en la parte del color. Eso implicó un cambio radical en la visibilidad del aviso”, señala.
A la par menciona que en los años noventa emergieron una serie de profesionales, con mejor formación, que ocuparon puestos claves y tuvieron gran actuación en las modificaciones que sufrió el sector publicitario.
“Los medios sufrieron un cambio sustancial con el ingreso de nuevos profesionales. Eso permitió que creativos y los trabajadores de la publicidad se esmeraran e impulsaran cambios; disputaban mejorías en diagramación y textos para avisos publicitarios. Existía mucha competencia en las agencias de publicidad”, recuerda, al tiempo de citar que el surgimiento de certámenes locales e internacionales del rubro potenció aún más esta evolución.
Asimismo, destaca que en cuanto a los anuncios publicitarios, la prensa escrita sobresalía respecto a los de la televisión y la radio, dado que permitía una mayor expresión de creatividad y los medios impresos poseían alta credibilidad. “La gente apostaba por sus avisos, podían hacer muchísimas cosas muy bien hechas. Había mucha actividad. Posteriormente fue cambiando. El diario ocupaba el primer espacio en cuanto a credibilidad, la lectura en los círculos privilegiados y en gran cantidad en la clase media era un elemento motivador y casi que obligatorio”, destaca.
Del mismo modo que las noticias, los anuncios publicitarios también forman parte crucial de la historia del diario Última Hora, que celebra sus cinco décadas.
Titulo
Texto