Así, el pasivo estatal llegó al 34% del PIB, lo que equivale a un nuevo techo histórico y supera ya por 4 puntos porcentuales al límite prudencial del 30% que era recomendado por diversos análisis internacionales y locales. El resultado, no obstante, es menor al 34,9% del PIB pronosticado en el informe de cierre del año pasado.
El documento de la cartera fiscal da cuenta que los compromisos del Tesoro tuvieron un crecimiento de USD 1.418,4 millones con respecto al mes de diciembre del 2020. En términos porcentuales, la diferencia es del 11,6%.
La variación se da como consecuencia de la necesidad de financiamiento para la contención de la crisis sanitaria y la financiación de la reactivación económica, mediante las leyes de emergencia, recuperación y consolidación. Esto también hizo que el año pasado el déficit fiscal cierre en 3,6% del PIB.
Acelerado. Si bien el nivel del aumento de la deuda presentó un ritmo bastante menor en comparación al cierre 2020/2019, que fue de USD 3.353,8 millones, las estadísticas indican que el pasivo tuvo un incremento del 149,5% entre 2015 y 2021, pasando de los USD 5.464,3 millones a los ya citados USD 13.631,3 millones (ver la infografía).
Sin embargo, este indicador no detendrá su avance en este 2022, ya que el Presupuesto General del Estado prevé la toma de nuevo endeudamiento por USD 600 millones, vía préstamos y emisión de bonos.
Esta situación es motivo de constante preocupación en los analistas del sector privado, quienes sostienen que se debe ir bajando el ritmo de endeudamiento y el déficit fiscal. No obstante, para Hacienda, el pasivo todavía es manejable y es de los más bajos de la región.