William Hanna –quien falleció en marzo de 2001 por un cáncer en la garganta– y Joseph Barbera –cuya muerte por causas naturales se anunció anteayer– constituyeron una de las más grandes duplas de la cultura popular.
Comenzaron a trabajar juntos para los estudios MGM en la década del ’30, pero solo alcanzaron el gran éxito en la década del ’60 la aparición de comedias animadas como “Los Picapiedras”, “Los Supersónicos”, “El Oso Yogui” y “Scooby-Doo”, entre otras. Pero sus “hijos” más recordados son “Tom y Jerry”.
SUPERESTRELLAS. Desde la edad de piedra con “Los Picapiedras” hasta la edad espacial, con “Los Supersónicos”, Barbera y Hanna “no fueron solo las superestrellas de la animación, sino también una muy querida parte de la cultura popular de Estados Unidos”, declaró a EFE Barry Meyer, gerente ejecutivo de Warner Brothers al enterarse del deceso.
Barbera nació en 1911 en el barrio de la Pequeña Italia de Manhattan, Nueva York. Originalmente, Barbera y Hanna pensaban dedicar sus estudios a la administración bancaria y al periodismo, respectivamente, pero al no encontrar el trabajo que buscaban comenzaron a hacer dibujos para poder sobrevivir.
Barbera comenzó a desarrollar su capacidad de dibujante y de crear historias con sus personajes cuando estuvo empleado en los estudios Van Beuren. Finalmente emigró a Los Ángeles tras enterarse de que los estudios MGM (Metro Goldwyn Meyer) estaban desarrollando instalaciones dedicadas exclusivamente a la animación.
Fue allí donde conoció a William Hanna con quien creó a “Tom y a Jerry”, figuras animadas que les hicieron merecedores de siete premios Oscar de Hollywood, una decena de premios Emmy de televisión y varios premios religiosos por su labor cristiana.
El personaje de “Jerry”, tuvo su primera aparición en el musical “Anchors Aweigh”, en el que baila junto a Gene Kelly en una escena que se ha convertido en un clásico del cine estadounidense.
“Las contribuciones de Barbera a la animación y a la industria de la televisión no tienen igual. Fue personalmente responsable de haber entretenido a millones y millones de personas en todo el mundo”, declaró Sander Schwartz, presidente del Departamento de Animación de Warner Brothers.
“Eran irreverentes”
“Dibujitos animados, como ‘Tom y Jerry’, ‘Scooby-Doo’ representaban la modernidad para nuestra generación”, declaró Tony Apuril, productor y humorista paraguayo.
“Cuando aparecieron por primera vez, eran toda una novedad, porque eran personajes mucho más locos que aquellos de Disney”, agregó.
“Me animo a decir que para nosotros, los que tenemos más de 30 años, tiras como ‘Tom y Jerry’ o ‘Los Picapiedras’ eran lo que ‘South Park’ o ‘Los Simpson’ son para los chicos de esta generación. Representaban la irreverencia de la sociedad. Sin olvidar que es tan importante su legado que aún ahora, 40 años después, estos dibujos aún mantienen su presencia”, recalcó.