28 dic. 2025

La crisis en Argentina está en su pico más alto, dice experto

Inflación.  Los productos sufrieron un gran incremento.

Inflación. Los productos sufrieron un gran incremento.

EFE

BUENOS AIRES - ARGENTINA

La elevada inflación en Argentina, que en setiembre repuntó 6,5%, récord en el año y una de las cifras más altas desde la quiebra del 2001, es un coletazo de la crisis financiera desatada hace meses y que está alcanzando su punto más alto, explicó el economista Ignacio Carballo.

“Son coletazos de lo que fue esta crisis que comenzó allá por fines del mes de abril, y hoy se estima que está llegando al punto culmen para después empezar a bajar”, opinó Carballo, docente e investigador de la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Católica Argentina.

Para el experto, al analizar la inflación se debe observar en paralelo el tipo de cambio, y es que desde abril hasta mayo el dólar se disparó 98,5% frente al peso, y 37,8% en agosto, una fuerte devaluación que va trasladando a los precios de una manera aletargada por la caída del consumo, que no permite que las actualizaciones sean inmediatas. Carballo señaló como causantes a los aumentos de los precios regulados, como los de la electricidad o la gasolina, que impactan a su vez en productos como alimentos y bebidas. El tipo de cambio, empleado comúnmente como un termómetro para medir la confianza y la situación económica del país, se ubica actualmente en 37,10 pesos por dólar, pero a finales de agosto rozaba los 42 pesos, una turbulencia por la incertidumbre en un momento de cambios, durante la negociación de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Ahora, tras semanas de mayor estabilidad, Carballo aprecia un mercado acomodándose a un nuevo punto de equilibrio, y cree que la adopción de una política monetaria más restrictiva y la fijación de bandas de no intervención cambiaria han contribuido a quitar la parte más especulativa de la volatilidad de la divisa argentina. Sin embargo, la decisión del Banco Central de eliminar la emisión de dinero, anunciada a finales de septiembre, tendrá unas consecuencias de manual: caída de la inversión, caída del salario real, que conlleva una caída del consumo, que conlleva un freno de la economía. Esa política profundiza la recesión económica, ya que elevó los tipos de interés hasta superar en ocasiones el 70%, y con esa tasa no hay economía real que le gane a la economía financiera, no hay crédito posible que permita suavizar la caída del consumo. En esta coyuntura, el Gobierno fía su futuro económico a reducir a cero el déficit fiscal primario el próximo año, y a que la devaluación sume competitividad e impulse las exportaciones y la inversión, 2 puntos con los que Carballo se muestra escéptico.