Por Rocío Cáceres | rcaceres@uhora.com.py
Los restos del original creador son velados en Jardín de la Paz Los Laureles (República Argentina 1512 y Miguel Torres), desde donde partirá hoy a las 10.30 rumbo al Cementerio de la Recoleta.
Careaga formó parte de la Asociación para las Artes Visuales en el Paraguay y fue cofundador del Museo de Arte Moderno de Asunción. Además, integró el grupo denominado Los Novísimos, integrado también por Ángel Yegros, William Riquelme y José Antonio Pratt Mayans, con quienes realizó una labor destacada en el ámbito de la plástica nacional.
Sus vanguardistas y coloridas obras, caracterizadas por la abstracción y la geometría, ganaron su espacio y son cotizadas a nivel local e internacional. Varias de ellas forman parte de la colección de importantes museos.
MIRADA HACIA ATRÁS. “Como un exacto gesto de cierre, los últimos, prolíficos, años de la obra de Enrique Careaga pueden ser comprendidos como un diálogo entre su primera obra anterior y la búsqueda de nuevas expresiones. El artista sentía la necesidad de revisar la propia historia de su trabajo para fundamentar en suelo firme las nuevas imágenes. Esta mirada hacia atrás buscaba recuperar la memoria y la fuerza de un momento histórico y exponerlo a los retos que plantea el presente”, comentó su amigo, el crítico de arte Ticio Escobar.
trabajo. Careaga, que deja un aporte primordial al arte paraguayo, había tenido ya una presencia importante con Los Novísimos, que irrumpió en Paraguay a mediados de los años sesenta, con una propuesta innovadora. “Posteriormente, su contacto con la escuela de París lo llevó a una reformulación de las propuestas del arte óptico cinético, trabajadas desde la propia sensibilidad del artista y los requerimientos de su propio contexto sociocultural”, sostiene Escobar y agrega que “al volver sobre esas imágenes, Careaga introdujo la figura del conflicto, ausente en el mundo inmutable de su geometría originaria: las exactas formas de entonces se veían enfrentadas a las incertidumbres de un tiempo diferente y sacudidas por las fecundas cuestiones que plantea hoy la diferencia”.
La despedida. Escobar, al igual que la comunidad cultural del Paraguay lamenta la partida de Enrique.
“Cuando muere un artista, a quienes lo conocimos y quisimos, nos queda el desagravio de una obra instalada con firmeza en nuestra historia”, enfatiza.
La noticia de la partida de Careaga también tuvo repercusión en las redes sociales. “Dejaste una estela de colores a tu paso”, le escribió Graciela Goiriz en la red social Facebook, mismo medio utilizado por varios colegas y admiradores del trabajo de Careaga, como Teresa Antar, que escribió: “Hasta siempre querido genio... Gracias por tu gran legado... Que pintes miles de formas en la eternidad con los colores que aquí no alcanzamos a crear... Hasta siempre Enrique Mario Careaga, mago de las formas, las dimensiones y los colores”.
“Pues seguramente sus obras quedarán. No como adornos. Permanecerán sobre la historia del arte. Y más allá de los museos”, señala parte del homenaje del filósofo Juan Andrés Cardozo.
“Este país ha perdido a uno de sus mejores artistas plásticos, un grande y un orgullo para todos los que lo conocimos. Además una excelente persona, descansa en paz Enrique”, posteó por su parte Julio Fischer.
“Es triste perder a un amigo y referente”
Félix Toranzos, artista plástico, expresa: “Para todos es triste perder un amigo y más aún a un artista referente de la plástica paraguaya. Yo me inicie con él cuando recién volvía de París, y tuve la gran oportunidad de trabajar con él y aprender su técnica. Su trabajo exploraba la geometría y exigía mucha exactitud. En esa época yo estaba en el cursillo de arquitectura, así que me ayudó muchísimo.
Mi trabajo con él fue un aprendizaje, ni siquiera puedo llamarlo trabajo, fue un placer. Ese pequeño periodo de tiempo, de menos de un año, bastó para aprender como era él y su obra”.
“Una clase de artista en vías de extinción”
Verónica Torres, galerista, dice: “Enrique se encontraba internado desde hace un mes con un delicadísimo estado de salud. La noticia de su fallecimiento no nos sorprendió, impactó fuertemente en nuestro ámbito dado que su desaparición significa la partida de un gran referente de las artes visuales de nuestro país. Como señalara muy bien la crítica de arte eslovaca Xenia Letrichová, Enrique trabajaba en un nivel Careagano, es decir, único, muy personal. Enrique Careaga mantuvo los precios de sus pinturas siempre al mismo nivel y nunca transigió con el mercado de arte haciendo obras edulcoradas para la venta fácil y rápida. Una clase de artista en vías de extinción en nuestro país”.