Se trata de una iniciativa acercada al Vaticano por parte del grupo cooperativo Coren, cuyos responsables viajaron a Roma para hacer entrega del producto. La cooperativa trasladó igualmente un vehículo frigorífico con otros 200 lotes de pularda para su distribución entre familias necesitadas de Roma. La pularda de convento de Coren es un ave hembra de raza campera que crían en el Convento de la Clarisas de Allariz, en Orense, una comunidad formada por 24 hermanas que desde hace medio siglo es socia de la cooperativa.
La cría de pularda se hace desde hace solo 5 años y supone un importante apoyo económico para la comunidad. Según El País, el proceso de producción es totalmente artesanal, fundamentalmente a base de cereales y con un crecimiento lento, un sistema de semioscuridad que da lugar a una carne infiltrada, jugosa y tiene una gran demanda. Aunque en los últimos años se impulsó un aumento de la oferta, la producción sigue siendo muy limitada, con apenas 5.000 unidades comercializadas, en su mayor parte en Galicia.
Si bien no se confirmó exactamente cómo será preparada la pularda, una típica preparación de Navidad prevé que se usen cebollas, zanahorias, puerros, ajo, perejil, manzanas. Puede rellenarse como una pavita con carne picada, hígado de pato, castañas en almíbar y orejones. Y va acompañada de puré de papas.