La cocina es un lenguaje mediante el cual se puede expresar armonía, felicidad, belleza, poesía, complejidad, magia, humor, provocación, cultura decía Ferran Adrià Acosta, cocinero español que revolucionó el mundo de la gastronomía y cuánta razón tiene.
La cocina es un mundo aparte, en ella se encuentra una variedad de cereales con los cuales se pueden hacer buenos platos y de paso beneficiar al sistema digestivo y a todo el cuerpo.
Una de esas maravillas es la avena, un cereal cuyo grano completo tiene un elevado contenido en fibra dietética soluble, en la que se incluye el beta-glucano, aportando también proteínas, lípidos, vitaminas, minerales y polifenoles, como las avenantramidas.
“La avena debe formar parte de una dieta equilibrada, ya que la misma por su alto contenido en fibra y fitoquimicos ha demostrado eficacia en ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre, reducir los niveles de colesterol. Además posee propiedades antioxidantes, previene y alivia el estreñimiento y previene enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer”, detalla el nutricionista Hugo Aranda.
El profesional explica además que la avena no tiene ninguna desventaja, pero hay que adaptarse al consumo de la misma, ya que muchas personas llevan una alimentación pobre en fibra y cuando empiezan a consumir avena empiezan a sentir una hinchazón del estómago, la cual se da por un cambio brusco en la alimentación, por pasar de comer poca fibra a abundante.
Puede ser consumida en cualquier momento del día, ya que es un cereal muy versátil. Con la avena se pueden realizar preparaciones dulces o saladas. Se la puede consumir en el desayuno con lácteos descremados, trozos de frutas y un puñito de frutos secos, también en el almuerzo en una tarta de pollo, utilizando la avena para preparar la masa en vez de la harina de trigo.
La avena como opción
Los panificados, las harinas de trigo, los cereales dulces. todos ellos pueden ser sustituidos por la avena en la porción adecuada.
La porción de avena es 40g esto equivale a ½ taza de té o 5 cucharadas soperas. “La mayoría de las personas en su alimentación diaria, consume su café con leche con pan entonces podemos hacer el intercambio de 1 galleta cuartel por 5 cucharadas de avena por ejemplo”, indicó Aranda.
Otra de las opciones es elaborar tortitas de avena, pastaflora y alfajorcitos, ideal para las personas que empiezan a cuidarse y que gustan de algo dulce y quieren evitar las harinas refinadas.
“Muchas veces las personas quieren empezar a cuidarse y quieren dejar el pan. El problema es que al dejar el pan ya no saben con qué acompañar sus desayunos y meriendas, y empiezan a pasar hambre. Por ello un consejito que les puedo dejar a todos es que se animen a consultar con un nutricionista”, sentenció.
Alimento. Este cereal está considerado como uno de los más completos por su composición y versatilidad.
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