Por Juan Montaner
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En algunos bancos no se muestran conformes con los cálculos de inflación que hace la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), la banca de segundo piso que debe prestarles los recursos para fondear los préstamos a un largo plazo. Se une a esta preocupación la consideración que hacen de que las estadísticas del Banco Central están ya desfasadas.
Lo que sucede, según explica Aníbal Insfrán, director de la AFD, es que esta tiene un método para considerar la inflación que suaviza los movimientos históricos que ha conocido el fenómeno en Paraguay.
Así se evitará la descapitalización de la banca, y el intermediario financiero que trabaje con ella verá disminuir la amplitud de los movimientos que, asegura Insfrán, siempre puede conocer la inflación.
Insfrán afirma que así se evitará la experiencia que se tuvo con el Sistema de Ahorro y Préstamo para la Vivienda, que transmitía a sus prestatarios toda la inflación de un año a otro.
La AFD espera conseguir no transmitir tan rápido las subidas inflacionarias, pero tampoco los descensos bruscos en la tasa de inflación.
Seguramente, es esto lo que notaron los banqueros.
Las mediciones del Banco Central encuentran, sin embargo, el correspondiente reflejo en las expectativas de la gente según sus encuestas que, aunque dirigidas a varios agentes, solo suelen ser contestadas, otra vez, por intermediarios financieros.
De cualquier manera, los interrogados pueden verse influenciados por las divulgaciones que hace el Central.
Este siempre mantiene una anticuada concepción de la inflación por la demanda. Así, los alimentos siempre cuentan en sus cálculos. El Central distingue una inflación subyacente con menores movimientos por demanda.