Nacido en Pilar, pero criado en la ciudad de Lambaré, indicó que su padre fue el que lo impulsó y lo acompañó para salir de la escuela de fútbol del Vencedor e ir a probar al club Guaraní, donde fue elegido entre centenares de niños y terminó coronándose campeón. Es uno de los jugadores históricos del club con más partidos jugados.
“Óscar Paulín me alzó a la Reserva y Mario Jacquet me dio la posibilidad de debutar en Primera a los 16 años”, rememora el delantero, quien se muestra agradecido con Jacquet, ya que peleó por él por sus primeros viáticos. Benítez se declara hincha aborigen con el que obtuvo el título del Apertura 2010, cetro que se hizo esperar bastante, ya que llegó tras 26 años a Dos Bocas (el anterior fue en 1984): “Teníamos jugadores de jerarquía”.
Su siguiente título fue en el 2013 con Nacional, siendo el goleador del equipo con 13 tantos: “Siempre digo que el grupo es fundamental para lograr cosas importantes”. Esto se ratificó al año siguiente cuando la Academia llegó a su histórica primera y única final de la Copa Libertadores, que la perdieron contra San Lorenzo de Argentina. “En la final logramos unir a todos los paraguayos que se pusieron la casaca albirroja para alentarnos. El mayor deseo de un futbolista es jugar una final de la Libertadores y nosotros lo conseguimos”, remarcó, rescatando la hazaña, a pesar del dolor de la exigua caída (2-1 global y un gol de penal).
A Julián no le molesta que sus “detractores” lo tilden de “piscinero”, ya que forma parte del folclore del fútbol, pero admite que hoy con el VAR en funcionamiento le hubiera resultado complicado.