Se trata de “esa reflexión del ser humano y ese diálogo que deben tener las culturas”, afirmó en una entrevista de Efe el artista, originario del selvático departamento del Putumayo, fronterizo con Ecuador y Perú.
Nacido en 1964, maestro en Artes Plásticas por la Universidad Nacional de Colombia y filósofo por la Universidad de La Salle, Jacanamijoy se dio a conocer en 1993 cuando logró una mención de honor del Banco de la República, una institución de mecenazgo en Colombia.
A partir de ese momento inició una carrera internacional que le ha llevado a exponer su obra en países como China, Suiza, Alemania, Estados Unidos, Israel o Italia.
“Magia, Memoria, Color”, que reúne 110 obras realizadas por el pintor desde 1992, es resultado de un trabajo intensivo de investigación interior y de su propia cultura, según reconoció.
“Toda esa fuerza que empiezo a retomar de cuando era niño y que había dejado congelada ahí en el tiempo, cuando yo me vuelvo pintor, la retomo”, agregó.
Jacanamijoy asegura que su obra es resultado de retomar sus propias raíces culturales y crear un diálogo cultural con su formación académica y su vida adulta.
“Siento que estoy corriendo entre lo atávico y Occidente”, expresó, al relacionar su legado con la niñez, cuando “corría del fogón de la abuela a la puerta de la escuela”.
El valor de este pintor es que recupera la memoria como pilar de inspiración con presencias sobrenaturales que cristalizan los sentidos del ser humano.
Por eso recomienda que sus obras no deben ser solo vistas, sino “palpadas, olfateadas y percibidas”.
Esas memorias y recuerdos de la infancia han quedado plasmadas en cuadros abstractos, pero con influencias de pintores tan diversos como Miguel Ángel, Francisco de Goya o Leonardo da Vinci; así como latinoamericanos, entre ellos, Rufino Tamayo y Roberto Matta.
La presencia de seres pertenecientes a un pensamiento mágico primitivo, que trasciende de una manera muy personal a la naturaleza pictórica del paisaje, le hace fiel a su más íntima visión del mundo y convierte su trabajo en algo único.
En “Magia, Memoria, Color” hay historias de seres sobrenaturales autóctonos del Putumayo, ánimas, presencias espirituales envueltas en temáticas como el dolor y el luto, retratadas en cuadros de gran tamaño con trazos desgarradores, colores vivos y mucha luz.
Y en medio de su sentido íntimo del arte y lo abstracto, el maestro del Putumayo mantiene una constante en su obra: la problemática social, a la que se ha visto sometido durante su vida por su condición de indígena Inga.
Por ello define diversos escenarios, como la educación, el pueblo indígena americano y las discrepancias entre Occidente y las culturas originarias.
El autor califica esta muestra, que además de pinturas incluye grabados, esculturas y un vídeo, como “sinestésica” e invita a tener una vivencia desde los sentidos y la complicidad de la intimidad.
Para el curador de la exposición, Álvaro Medina, la obra de Jacanamijoy corre con la suerte de tener “una intimidad única”, a pesar de surgir en un momento en el que para muchos críticos e incluso artistas la pintura ha muerto, una época encarnada entre finales del siglo XX e inicios del XXI.
La retrospectiva de Jacanamijoy se exhibirá en el MOMA hasta el próximo 8 de noviembre y estará acompañada de charlas y conferencias sobre la obra del artista.
Daniela García Lara
