Ante la importante bajante del río Paraná, cuyos caudales –incluso desde el año pasado– están en niveles inferiores al promedio histórico, igualmente se garantiza la producción de energía en Itaipú, según confirmaron desde la binacional.
La histórica bajante se debe al escaso régimen de lluvias que afecta a la región, según explicó el ingeniero Giovanni Gomes, gerente de la División de Estudios Hidrológicos y Energéticos de la Dirección Técnica de Itaipú. Aseguró, en tanto, que esta situación no impide que la usina siga cumpliendo con su compromiso de generar energía.
Según el profesional, la sequía se debe principalmente al fenómeno de La Niña, que se caracteriza por un régimen de “lluvias mal distribuidas”, lo que impacta en los caudales afluentes a Itaipú y que se reflejan en los bajos niveles del río Paraná.
Manifestó que el ingreso de un régimen de lluvias por debajo del promedio para cada mes, impacta en la baja de caudales afluentes al embalse de Itaipú. Habitualmente, en el verano se considera un periodo húmedo, en el que las lluvias recargan los embalses aguas arriba de la hidroeléctrica y también aportan caudal a los ríos afluentes al Paraná, aguas arriba de la represa.
“Estas lluvias no se dieron en el verano pasado, entonces, eso contribuyó a que la disminución de los caudales del río Paraná sea bien marcada. El agua que llega a la hidroeléctrica proviene de dos fuentes, la primera, de los embalses que están aguas arriba de la usina, y, la segunda, de los ríos afluentes al Paraná entre la última central brasileña y la central de Itaipú”, especificó.
Gomes indicó que la función central de los embalses es acumular agua en periodos húmedos y usarla en épocas de sequías. “Eso es lo que ya se hacía, nada más que el periodo húmedo pasado no hubo suficientes acumulados de lluvias para volver a recargar los embalses de aguas arriba en territorio brasileño. Ahora se nota más el reflejo de eso en caudales afluentes muy por debajo de los valores medios mensuales que hubo años atrás”, subrayó.