Según fuentes palestinas, los ataques se concentran ahora en Al Auda, en el centro de la ciudad de Rafah, y en Tal al Sultan, un barrio en el noroeste. Las zonas sur y este llevan bajo ataque desde que los tanques israelíes iniciaran su incursión en la urbe el pasado 6 de mayo.
“Toda la ciudad de Rafah es un área de operaciones militares israelíes”, dijo Ahmed al Sofi, alcalde de Rafah, en un comunicado difundido por Hamás en Telegram. “La ciudad vive una catástrofe humanitaria y la gente está muriendo dentro de sus tiendas debido a los bombardeos israelíes”.
Sofi añadió que no queda ningún centro médico funcionando en la ciudad y que los residentes y desplazados –según UNRWA unas 65.000 personas, si bien antes de la incursión militar eran 1,4 millones de gazatíes los refugiados en Rafah– no pueden cubrir sus necesidades diarias de comida y agua.
El tercer punto de intensa actividad militar sigue siendo el denominado corredor de Filadelfia, la línea fronteriza con Egipto que Israel aspira a controlar, a fin de cortar la red de túneles que abastece a Hamás, le ayuda tanto a rearmarse como a atacar. EFE