Parece chiste, pero es anécdota. A la escasez crónica en la provisión de insumos y medicamentos se suma ahora el faltante de papel para el estudio de electrocardiograma en el seguro social.
En un recorrido por la Clínica Boquerón del Instituto de Previsión Social (IPS) –en la noche del domingo pasado– se evidenció otra de las carencias del sistema del seguro social con el faltante de papel, un elemento básico para concretar el estudio que sirve para el diagnóstico de enfermedades cardiacas.
Un paciente acudió a Urgencias en la noche del domingo con un leve dolor de pecho y dificultad respiratoria. Tras la atención, el médico recomendó el estudio de electrocardiograma. Ante la insistencia sobre los resultados, la enfermera respondió: “No hay papel para electrocardiograma”, ante la atenta mirada de los pacientes que copaban la sala de Urgencias. La indignación se convirtió en susurro.
En la noche del domingo, los pacientes con cuadros febriles coparon la sala de espera de Urgencias que esperaban un promedio de una hora y media para consultar. En ese ajetreo, la enfermera informaba de la carestía de dipirona inyectable, un fármaco que sirve para disminuir la fiebre. Debido al faltante, los pacientes comparaban el medicamento, otro ítem básico en plena epidemia de arbovirosis.
En medio del ajetreo de la atención de los casos febriles y respiratorios, un paciente pediátrico con fractura era trasladado en ambulancia a otro hospital especializado. El movimiento de pacientes y ambulancias fue incesante en la noche del domingo en la Clínica Boquerón.
Desde el Departamento de Prensa del IPS informaron que “la denuncia es falsa” y que los equipos funcionan y se realiza el servicio de diagnóstico con normalidad.