Justo Cárdenas ya había sido investigado por la Fiscalía luego de unas publicaciones realizadas por un equipo de ÚH, por supuestas irregularidades en la construcción de alrededor de 300 pozos artesianos para comunidades del interior del país, pero no fue imputado.
En octubre del año 2016, el que entonces se desempeñaba como fiscal adjunto de Delitos Económicos y Anticorrupción, Federico Espinoza, designó a once fiscales para investigar a las oenegés que recibieron siderales sumas de dinero del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) para gestionar la construcción de sistemas de agua potable en distintas comunidades del país.
El Indert habría transferido millonarias sumas de dinero a las organizaciones, que a su vez contrataron a “constructoras” para la ejecución de las obras, que en muchos casos no llegaron a concluir y en otros generaron sobrecostos millonarios, según constaba en las publicaciones.
El Ministerio Público no llegó a verificar la totalidad de los pozos y tampoco halló elementos para imputar al entonces titular del Indert.