El Dr. Raúl Tuma, de la Clínica Veterinaria Tacuary, alerta a los dueños de caninos sobre esta “invasión de parásitos”. “Las garrapatas que hay son las muy pequeñitas, las de color rojo”, señala el doctor al tiempo de recomendar estar atentos a cualquier decaimiento o hemorragia que puedan tener los canes. Estos son síntomas de erliquiosis, una enfermedad transmitida por el huésped indeseado en la mascota.
“Se confunde mucho con la leishmaniasis. Produce fiebre muy alta entre 40 y 41 grados y el animal está siempre postrado sin ganas de moverse y de caminar y, muchas veces, la gente no se da cuenta de esto y puede llegar a ser crónico y puede ser mortal”, aseveró.
A estos insectos les gusta los ambientes cálidos y húmedos, por eso se adhieren firmemente a la piel en las axilas, las orejas y las patas de los perritos y se alimentan de su sangre.
El doctor Tuma recomienda eliminar las garrapatas, tanto en el animal como en el ambiente. Si el animal está decaído, inmediatamente hay que acudir a la veterinaria más cercana para que se hagan los análisis de sangre para confirmar si tiene erliquiosis.
Ante la invasión de garrapatas, las personas optan por deshacerse del perro, porque temen que las garrapatas contagien enfermedades a los niños o adultos que puede picar. El doctor Tuma dice que no hay que alarmarse porque estas garrapatas –marrón rojizas–, las que hay en el país, no transmiten enfermedades a los humanos. “No hay que usar cualquier cosa como querosén o creolina que no afectan a los parásitos sino al pobre animal quemándoles la piel”, resaltó.