Setiembre arrancó tan mal como acabó agosto en cuanto a números de confirmados como de fallecidos por Covid-19. El mes que pasó, sin embargo, fue dejando una sensación alentadora porque los pronósticos eran funestos: Hablaban de una eventual duplicación de casos y muertes diarias a esta altura, debido a la súbita propagación del virus en la comunidad.
Octubre inicia con un nivel de ocupación de camas que sigue alto, pero estable, ya por la importante cantidad de altas, ya por los fallecimientos o debido a una pronta consulta y hospitalización, según las conclusiones que sacan en el Ministerio de Salud Pública.
Pese a que las camas en las terapias intensivas (UTI) de los pabellones Covid fluctúan entre el 90 y 95%, el sistema público aún no colapsó como todo apuntaba.
“Seguimos rondando el 90 a 95% (de ocupación en UTI). Hay días en que amanecemos siempre a tope, pero posteriormente a las recorridas médicas, que se realizan a las 7:30, tenemos algunas que se van liberando y dan cierto respiro al sistema”, suscribió el Dr. Julio Borba, viceministro de Atención Integral a la Salud.
De 388 hospitalizados por Covid-19, al 1 de setiembre, trepó a 605 internaciones el 15 de ese mes. Esto supone un incremento de 215 en dos semanas, el más alto desde que inició el asedio de la pandemia del nuevo coronavirus en Paraguay. En cuanto a los ingresos a terapia intensiva, pasó de 85 –el primer día del pasado mes– a 148 en la primera quincena (63 más).
Ahora, los guarismos globales del Covid muestran un descenso, aunque imperceptible aún en los hospitales donde siguen al límite, lo que puede observarse desde el último tramo de setiembre: De 605 internados, subió a 710 –hasta el 29 de setiembre–; es decir, un aumento de 105 internaciones que representan menos de la mitad de lo reportado al inicio del mes anterior.
Así también, en lo tocante a UTI, los ingresos pasaron de 148 a 160 pacientes; lo que da un incremento moderado de 12 internados en los últimos 15 días.
Un dato no menor es que setiembre ya suma en su haber, hasta el 29 pasado, 515 muertes por Covid. A la vez, durante el mes que pasó se tuvieron 1.105 altas hospitalarias, según la Dra. Viviana De Egea, directora de Vigilancia de Enfermedades Transmisibles.
MAYOR CUIDADO
De Egea explicó que pueden ser varias las razones de esta “situación estable”, pero una de ellas representa el impacto que generan las alertas. “Cuando hablamos de brotes de enfermedades infecciosas, al lanzar alertas epidemiológicas hacemos que las proyecciones no se cumplan”, sostuvo.
Por lo que en las últimas semanas “no hubo tantos contagios o se mantuvo el número, no aumentó, y tampoco las estancias en terapia y fallecimientos, que se estabilizaron”, compartió.
“Podría ser que acudieron más rápido (al hospital) o que no se expusieron más porque lanzamos una alerta por todos los medios. Cuando se lanzaba la lista de los fallecidos y su característica, se veía quiénes eran los más afectados; entonces, la propia persona, independientemente de un decreto o la propia cuarentena, se resguardaba en su domicilio o se exponía menos”, expuso la especialista.
Según indicó, lo que en setiembre se vio fue el coletazo de los hospitalizados y de fallecidos, que formaron parte de los confirmados de agosto. “De hecho que se estabilizaron los números de fallecidos; tuvimos unos días de 30 y ahora estamos como en una estabilización en torno a 20 (...) Es cierto que está como estable la situación en el sentido de que hay altas, pero hay ingresos; está como equivalente”, sopesó.
La primera quincena de setiembre “también fue dura”, apuntó.
En su opinión, esa intensa campaña que lanzaron, de que al primer signo de alarma acudir a la consulta, surtió el efecto esperado.
“Porque antes había una altísima ocupación de terapia, pero no en sala común. Todavía hay casos de gente que llega tarde, pero ya no es el factor común. Los pacientes llegaban de urgencias directo a terapia. Esto cambió”, concluyó.
Hace dos fines de semanas fue que pasamos un poco mal con respecto a camas de UTI, donde nos vimos al tope. Pero eso como que se regularizó y no nos vimos todavía sobrepasados. Dr. Julio Borba, viceministro de Salud.