Con el sistema convencional, la agricultura mecanizada sufrió el impacto de los suelos removidos y desnudos que provocaron erosión y muy bajos rendimientos. Sin embargo, desde la década de 1990 hubo un gran salto con la adopción del Sistema de Siembra Directa con rotación de cultivos, tecnología, biotecnología, investigación y capacitación.
Para el geógrafo Fabricio Vázquez, quien encabezó una charla sobre los avances, procesos y perspectivas de la agricultura paraguaya, a pesar de estos avances hay problemas agropecuarios que subsanar en un contexto de gran dependencia hacia el sector primario. “Paraguay no va a tener todavía una megafábrica. Su economía va a seguir dependiendo de la agricultura, por lo tanto estamos obligados a optimizar el poco territorio que tenemos”, advirtió en un encuentro organizado por la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
Si bien se rompió con el prejuicio que había hacia el árido Chaco, donde los productores se van animando a cultivar soja y otros rubros, hay otros departamentos que no se están aprovechando por problemas de fertilidad de los suelos, como el caso de Paraguarí, Cordillera y Guairá.
De hecho, la participación de este conjunto de departamentos en las casi 3,5 millones de hectáreas de sojales, no alcanzó ni el 1%. De acuerdo con el Instituto de Biotecnología Agrícola, en la campaña 2021-2022 no hubo cultivos de soja en Cordillera, mientras que en Guairá se produjo sobre 19.708 hectáreas y en Paraguarí se llegó a apenas 846 hectáreas.
Con la tecnología disponible, los obstáculos para mejorar el potencial de estas zonas son menores a los de décadas atrás, según Vázquez, quien insta a tener una agricultura más productiva e intensiva.
Economía. La asesora de Capeco, María Luisa Ramírez, explicó que, si bien la participación de la agricultura, ganadería y sector forestal en el producto interno bruto es de 12,5%, si se tienen en cuenta como cadenas de valor su importancia llega a 25,3%.
El sector agrícola considera que su participación en el producto interno bruto seguirá siendo crucial en el futuro y analiza opciones para optimizar los cultivos extensivos de exportación.