Teniendo en cuenta todas las carencias que tiene el país en materia de salud pública, las autoridades que están a cargo de esta importante área deberían ser particularmente rigurosas a la hora de administrar los recursos, la infraestructura y los planes que se proponen mejorar el servicio y la atención de la población.
Eso es exactamente lo contrario de lo que sucede en el caso de la construcción del que debiera ser el nuevo edificio laboratorio del Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN), obra que ya lleva varios años de atraso.
Los trabajos de la construcción del edificio para el local propio del Instituto Nacional de Alimentación siguen estancados, pese a haber sido regularizado el pago de la deuda que había con la empresa constructora.
La encargada de Recursos Físicos de Salud Pública había asegurado a este diario que la construcción se retomó recientemente, y que la misma está avanzando.
Sin embargo, un equipo de ÚH corroboró esta información y en el predio ubicado detrás del Instituto de Medicina Tropical (IMS), ubicado sobre la calle Santa Rosa, en Asunción, pudo constatar que no había obreros en la construcción. Asimismo, los vecinos confirmaron a este diario que no hay albañiles trabajando en la obra desde hace meses.
La palada inicial de lo que debe ser el local y laboratorio del INAN se realizó en enero del 2014, y como sabemos, la obra quedó empantanada por casi dos años debido a la falta de desembolso del anticipo a la empresa adjudicada. El proyecto corresponde a la administración del ex ministro de Salud Antonio Barrios, y de acuerdo a los datos de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) la inversión es de G. 17.000 millones.
Toda esta situación es muy lamentable, teniendo en consideración lo importante que sería para el país –con todas las carencias que arrastra– contar con los servicios de que dispondría el INAN si ya tuviera su nuevo edificio.
La tarea del INAN consiste en proteger la salud de la población fomentando hábitos alimentarios saludables y asegurando el consumo de alimentos inocuos y de buena calidad nutricional, contribuyendo además a mantener la disponibilidad de alimentos. Son metas muy elevadas para funcionarios que ni siquiera son capaces de hacer un seguimiento regular de una obra de construcción.
Y, asumiendo que esa actividad o las dificultades que hayan surgido en el camino excedieran sus competencias, para eso es el MSP una institución del Poder Ejecutivo, que como poder del Estado tiene todas las herramientas y la capacidad de resolver los obstáculos que pueda tener la construcción de una obra como la del INAN.
Lamentablemente, una vez más la indolencia de nuestras autoridades les priva a los paraguayos de contar con mejor infraestructura a nivel salud, una obra que sin lugar a dudas podría haber colaborado en gran medida a darle al mismo tiempo la necesaria calidad de vida.