La Administración Central del Estado cerró el mes de julio con un déficit acumulado de G. 1,5 billones (USD 255,2 millones), lo que representa el 0,6% del producto interno bruto (PIB), según el informe de situación financiera (Situfin), presentado ayer por el Ministerio de Hacienda.
El documento resalta que mientras los ingresos tributarios crecen solo en un 2,2% y alcanzaron los G. 13,7 billones, el gasto público en salarios aumentó en un 7,1% y llegó a los G. 8,7 billones al término del séptimo mes del ejercicio.
Estos resultados impactan directamente en la rigidez del Presupuesto General de la Nación (PGN), ya que la relación entre salarios e ingresos pasó del 66% en 2018 al 69% en el mismo periodo del 2019. Esto quiere decir que de cada G. 100 que recauda el Fisco, G. 69 se destinan al pago de remuneraciones de los funcionarios.
La directora de Política Macrofiscal de Hacienda, Viviana Casco, explicó que el bajo ritmo de crecimiento de los ingresos se justifica por la caída del 6,4% que registra Aduanas. El incremento en los gastos, por su parte, se explica principalmente por los reajustes a docentes y personal de blanco, añadió.
OBRAS. El documento también destaca que la inversión pública llegó a los USD 454 millones entre enero y julio, lo que representa un aumento del 8,7% frente al mismo periodo del año anterior.
De ese total, USD 331 millones corresponden al Ministerio de Obras Públicas (MOPC), que es el mayor ejecutor de la inversión. Con respecto a la emisión de bonos, el reporte indica que de los USD 253 millones ejecutados, el 46% (USD 115 millones) se utilizó para el repago de la deuda.