El documento menciona que el país ha demostrado en las últimas décadas un crecimiento económico sostenido y una notable estabilidad macroeconómica. Sin embargo, ese dinamismo no ha sido suficiente para cerrar brechas estructurales en productividad, formalización, diversificación económica ni generación de empleos de calidad.
“Sin una política industrial clara, Paraguay ha experimentado una transición prematura hacia los servicios, omitiendo el desarrollo de una base manufacturera robusta. Una política industrial moderna permite revertir esa tendencia, guiando recursos hacia sectores de mayor valor agregado, estimulando la innovación y fortaleciendo los encadenamientos productivos”, indica el texto.
El CEE identificó desafíos estructurales que frenan el desarrollo industrial del país entre los que se citan mejorar la infraestructura, aprovechar mejor nuestra energía (mejorar eficiencia y aumentar oferta energética), agregar más valor a nuestras exportaciones, usar más tecnología y aumentar la productividad y acceso al financiamiento. Asimismo, se menciona como desafíos formar más trabajadores especializados, eliminar barreras comerciales y reducir burocracia; entre otros.
El documento propone una estrategia estructurada para impulsar una política industrial técnica, progresiva y multisectorial, con enfoque en productividad, sostenibilidad e inclusión laboral.
Asimismo, se plantea la identifican cinco líneas de trabajo sectoriales relevantes para Paraguay entre las que se mencionan: La agroindustria 2.0: Escalar desde la producción de soja, arroz y carne hacia bioplásticos, balanceados, gelatina y proteínas vegetales; la industria de cables y componentes eléctricos: Integrar a cadenas regionales para sectores como automoción, salud y energía.
Además, se menciona la manufactura liviana y electrónica básica: Dispositivos médicos, circuitos, industria química-farmacéutica; las Industrias metalúrgicas y electrointensivas: Aluminio, baterías, hidrógeno verde y centros de datos, aprovechando la energía limpia nacional y los textiles funcionales: Ropa técnica para salud, deportes, defensa e industria, con alto potencial para mipymes y empleabilidad femenina.
Identificar sectores prioritarios; la evaluación de factibilidad y deseabilidad de sectores mediante criterios de capacidad productiva, brecha tecnológica, costos, sinergias, potencial exportador y multiplicador empleo y valor agregado; clasificación de sectores por grado de desarrollo y capacidades; sectores existentes con potencial individual, sectores nuevos articulados y sectores totalmente nuevos, forman parte de una hoja de ruta planteada. Asimismo, se propone un diagnóstico de brechas de desarrollo de capacidades técnicas para avanzar hacia sectores prioritarios según criterios calificación y disponibilidad de mano de obra, infraestructura, acceso a financiamiento, logística y ubicación geográfica y un diseño e implementación de políticas públicas.