18 feb. 2025

Industrias piden flexibilidad tributaria para importar soja

Ante la merma instalada de la producción de soja, las industrias pidieron al Gobierno la reducción del 50% de la base imponible de los tributos que inciden en la importación de los granos. Esta propuesta fracasó años atrás, pero el sector insiste en la medida para mantener operativas las fábricas.

El objetivo es disminuir el tiempo de paralización de las plantas por desabastecimiento.

“Las industrias asociadas a Cappro (Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales), para asegurar el abastecimiento de materias primas solicitaron al Equipo Económico Nacional la flexibilización tributaria y aduanera para la importación de soja, similar al régimen de admisión temporaria de Argentina; con ello, si se aplica en forma permanente, se podrán buscar alternativas regionales, para cubrir la demanda que no se pueda cubrir localmente y de esa manera asegurar una mayor industrialización dentro de Paraguay”, mencionó el gremio.

Por su parte, el viceministro de Industria, Ramiro Samaniego, explicó que la propuesta consiste en reducir en 50% la base imponible de los tributos que inciden sobre la importación de soja en grano, en particular del impuesto al valor agregado, del Servicio de Valoración Aduanera y la tasa de la Administración Nacional de Navegación y Puertos.

Con estas medidas el costo de importación bajaría de USD 4,62 a 2,94 por tonelada, lo que implicaría una reducción del 36,3% de los gastos.

espera. Hasta el momento se trata solo de un planteamiento, cuya factibilidad depende primeramente de una reunión interna en el Ministerio de Industria y Comercio y de Hacienda, ya que contempla cambios temporales en la base imponible.

Un pedido similar había hecho la Cappro en el 2018, pero la propuesta había fracasado, de acuerdo con Samaniego.

A la solicitud se acopló el sector fletero, que también está preocupado por la merma de la producción, debido a que implica también un impacto en el servicio. Respecto a la importación, las compras se darían desde Bolivia.

Si bien Paraguay suele importar soja, lo hace generalmente para semillas. En este caso se trata de granos que deben ser obligatoriamente procesados en el país, de acuerdo con el compromiso planteado.


Están en riesgo casi 9.000 empleos en las fábricas
Las empresas asociadas a la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) emplean directamente a 2.200 personas e indirectamente a otras 6.600.
Para las firmas urge una política industrial para proteger el empleo de estos 8.800 trabajadores, especialmente en un contexto en que la sequía amenaza con una menor provisión de materia prima para procesar.
Esta situación se va agravando teniendo en cuenta que durante el 2021 se industrializaron 2.830.992 toneladas de oleaginosas, que implica el registro más bajo
desde las 2,76 millones de toneladas que se habían industrializado en el 2013.
Estas cifras tienden a empeorar este año, debido a la caída histórica de la producción, que según la Asociación de Productores de Soja ya alcanza el 70%; es decir habrá un rendimiento total de poco más de 3 millones de toneladas.
Todo el complejo sojero advierte de las consecuencias económicas de este precipitado revés en una de las principales actividades económicas del país.
La mayoría de los productores no podrán cumplir con sus contratos y como efecto tampoco los exportadores con sus clientes internacionales.