–Ante tantas evidencias de superación y posicionamiento a nivel internacional, ¿cómo encuentra el presente a Eticos?
–Es una compañía que se encuentra en proceso de preparación para la inspección de las autoridades sanitarias de la Unión Europea. Esto será el último trimestre de 2020. Estamos con intención de habilitar una planta para que se puedan explorar perspectivas de comercialización en España y resto de Europa, con productos de marcas propias. Estamos asociados con una multinacional farmacéutica privada, una de las más importantes en materias primas y productos, con la que asentaremos nuestra punta de lanza.
–¿Se puede conocer la inversión para tal fin?
–Aún no tenemos finiquitado, porque recién estamos iniciando los estudios de mercado. Probablemente estaremos posicionando los sólidos orales (comprimidos y cápsulas). Se deben definir y encontrar nichos no poblados.
–En torno a la inversión que desarrollará la compañía en Malta, ¿qué nos puede mencionar?
–Nos asociamos con la empresa Cevomed para construir una planta de producción en una de las zonas industriales de aquella nación, dentro de un área de entre 7.000 y 8.000 m2. La primera línea de producción tendrá capacidad para 12 millones de unidades y está programada para diciembre del año venidero; luego se añadirá una capacidad adicional de 4 millones de unidades, en 2022. Esta planta se va a dedicar a la elaboración de colirios o soluciones oftálmicas para ser ubicados en Medio Oriente y Europa del Este. En el momento del anuncio, se estimaba que los dos mercados regionales tenían un valor combinado de USD 532 millones.
–¿Cuál es el motivo de elegir este renglón? ¿Y por qué en Malta?
–Pensamos que hay un nicho importante, y no existe mucha cantidad de laboratorios de producción oftalmológica en el mundo. Los impuestos y las políticas económicas de Malta atrajeron a la fusión. Es el país de la comunidad europea que está entre los de mejor crecimiento dentro de su PIB, con una sólida educación y formación de sus jóvenes y profesionales.
–Se trata de un gran salto para la empresa…
–Indudablemente. Es un gran avance a nivel técnico, porque las exigencias de las autoridades europeas son siempre elevadas y los requisitos muy estrictos. Las regulaciones son bien precisas y ayudan a elevar el nivel general de la compañía en todos sus procesos. Sobre todo en el mundo farmacéutico, Europa siempre está en un nivel de investigación superior a los demás mercados. Se trata de un verdadero centro de investigación desde el cual emergen todas las tecnologías nuevas.
–A nivel regional, ¿cuál es el posicionamiento del laboratorio y sus productos?
–Estamos ya presentes en Chile, Colombia, América Central, Uruguay y ahora Perú, principalmente con colirios estériles y una última novedad tecnológica, ya que son libres de conservantes. Con el uso crónico de un colirio se puede llegar a dañar el ojo, así que al dar varios pasos a nivel de innovación, distribuimos los que son libres de conservantes. También se puede consignar que se nos adjudicaron contratos en Guatemala y Bolivia, a inicios de la década del noventa.
–¿Cómo se estableció el contacto con la revista Time y la aparición en este medio tan destacado?
–Una periodista y también economista, quien tiene la sede de su oficina en la redacción de este medio en Inglaterra, se puso en contacto. Le llamó la atención el camino ascendente de Eticos y su incursión en Europa. La intención primigenia era estudiar la economía paraguaya y profundizar sus conocimientos sobre lo macro, pero también los emprendimientos privados y las industrias. Lo importante es que primeramente investigan a fondo los temas que van a difundir. Es una revista muy prestigiosa.
–En el ámbito nacional, ¿cuál es la realidad y cuáles son las perspectivas?
–El Paraguay siempre fue un lugar de producción con costos muy competitivos; pensamos que eso es lo más importante en el momento de desarrollo de los negocios.
–¿Cómo está el sector farmacéutico actualmente?
–La industria farmacéutica es una de las más desarrolladas del país, y que más tecnología han incorporado últimamente. En general, hay buena calidad en las plantas farmacéuticas de nivel, que pueden competir con cualquiera de las mejores en los países de la región. Existe un alto nivel de inversión en nuestro segmento. Nos favoreció mucho que esta industria está bastante regulada: estamos obligados a seguir las regulaciones, que son para todos sin excepción. Por eso mismo necesitamos autoridades sanitarias sólidas, más de las que actualmente hay. Es una necesidad, porque así nos obliga a mejorar los estándares y elevarlos.
–¿Eso quiere decir que aún hay déficit en el ámbito público en lo que atañe al sector?
–Es que no tuvimos ayuda por parte de las autoridades sanitarias. La industria nacional no recibe ninguna colaboración de las autoridades del rubro: tenemos mucha ineficiencia y falta de apoyo. Hay que fortalecer Dinavisa (Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria), porque es el órgano regulador, y las autoridades deben ser más sólidas y los recursos deben ser mejor invertidos en estos estamentos.
–¿Qué reflexión final le merece el camino transitado, los logros y lo que le depara a Eticos?
–El mensaje que me atrevería a mencionar es que se debe invertir en forma permanente; y tener en la mira que la calidad del proceso y del producto final debe ser bien establecida y resguardada. Son decisiones de las que nunca se arrepentirá un inversor ni un empresario si aspira a llegar a las metas trazadas.
Perfil y publicación
Óscar Vicente Scavone: Bajo el título “Eticos, una saludable perspectiva internacional”, la renombrada revista Time le dedicó unas páginas a su mentor y principal referente. Allí, el empresario paraguayo habla de las millonarias inversiones de la compañía en el mercado europeo, además de la realidad del sector farmacéutico, sin olvidar su rol como dirigente deportivo.
Construiremos en Malta una planta de producción de soluciones oftálmicas, dentro de un área de entre 7.000 y 8.000 m2, para los mercados de Medio Oriente y Europa del Este.
Hay buena calidad en las plantas farmacéuticas de nivel (en el Paraguay), que pueden competir con cualquiera de las mejores en los países de la región.