El ministro boliviano de Culturas, Pablo Groux, inauguró el “Primer encuentro iberoamericano de arte textil indígena originario” con la participación de representantes de Bolivia, Colombia, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.
De Bolivia participan más de 60 comunidades indígenas con más de 600 piezas que estarán en un concurso de “ponchos y tejidos” del Gobierno, que ofrece como primer premio un tractor.
Groux subrayó la importancia del encuentro, que se prolongará hasta el próximo domingo, porque no solo se trata de una exposición de arte textil indígena, sino de una oportunidad para abrir mercados ya que se instalará una rueda de negocios.
Al respecto, la quechua boliviana Guadalupe Herrera, que llegó desde una comunidad de Potosí, dijo que espera llegar a acuerdos con los empresarios que visitan la feria porque necesitan un mercado que les permita aumentar su producción de textiles.
“No venimos a la feria solo para demostrar nuestro trabajo, sino para encontrar mercados para que sea valorada nuestra artesanía”, dijo Herrera al admitir que su producción de textiles actualmente es muy poca porque se dedican principalmente a la agricultura.
De su parte, Briseida Iglesias, que proviene de la panameña Isla Conejo, señaló que seis tejedoras de su país acudieron a la cita para mostrar su producción, e indicó que creen que pueden exportar su trabajo, que actualmente se comercia internamente. EFE