En un recorrido turístico realizado con un amigo extranjero que visitaba por primera vez nuestro país, le lleve por varias localidades del Dpto. Central y Cordillera, pasando en nuestro recorrido por Piribebuy, la tercera capital del Paraguay durante la guerra de la triple alianza, y relatándole orgulloso a mi amigo visitante del heroísmo con que este pueblo defendió la capital del país entonces, en ocasión del ataque brasilero al mando del general brasileño Juan Manuel Mena Barreto al frente de 20.000 hombres el 12 de agosto de 1.869. Este General fue abatido de un balazo de fusil por el cabo paraguayo Gervasio Leon. En represalia el Conde Gastón de Orleans, Conde D’EU ordeno degollar al Comandante Pedro Pablo Caballero frente a su propia familia y a mas de 900 prisioneros paraguayos. Lo que vino después en Piribebuy por parte de los soldados brasileños fue salvaje y vergonzoso, cometieron todo tipo de pillerías, actos de vandalismo y violaciones a mujeres paraguayas. No contentos con esto, el Conde D’EU ordeno tapiar puertas y ventanas del hospital de sangre y prenderle fuego con todos los heridos, enfermos, médicos y enfermeras adentro. Murieron calcinados mas de 600 personas. Este holocausto fue solo superado por los nazis con los judíos ya durante la segunda guerra mundial.
Entonces ocurrió lo lamentable; al pasar por las ruinas del hospital de sangre encontramos que están hoy totalmente abandonadas por el estado paraguayo, cubiertos por malezas y yuyos, sin ningún cuidado ni respeto por las victimas paraguayas que perecieron quemadas por las tropas brasileras. Ese sitio debería ser hoy un templo de veneración y peregrinación de todos los paraguayos y de los turistas que visitan la ciudad y mostrarles una de las acciones más violentas y salvajes que aconteció durante la guerra grande.
Y yo no tuve palabras para explicarle a mi amigo visitante de cómo un sitio histórico y único estaba en esas condiciones de abandono, desidia y olvido por nosotros, los herederos de esos valientes que ofrecieron su sangre en defensa de nuestra patria. Realmente me dio vergüenza ver las ruinas del ex hospital en un estado aun más ruinoso de lo que dejaron las tropas invasoras en aquel aciago dia de agosto de 1.869. Quizás los fantasmas de las victimas ahuyentan a las autoridades y nada hacen por mantener este altar de la patria en buenas condiciones en memoria de los caídos en defensa de la capital paraguaya.
Adjunto foto de lo ruinoso que se encuentra hoy el sitio histórico e insto a las autoridades de Piribebuy y del Gobierno central a mantener viva la historia de la valentía de 1.600 hombres y mujeres que defendieron la capital paraguaya y fueron víctimas en el holocausto de Piribebuy.
Atentamente,
Jose Maria Britos Gutiérrez