El titular de la cementera estatal, Ernesto Benítez, admitió ayer que arrastra más de G. 40.000 millones de pérdidas, debido a que no pudieron vender y despachar el producto durante la parada y los problemas logísticos por la bajante del río Paraguay para el traslado de la materia prima.
Refirió que ya arrancó de nuevo el horno y están produciendo unas mil toneladas diarias de clínker y esperan de a poco llegar a la capacidad nominal de 2.200 toneladas de la planta.
Sobre la radical baja del despacho, dijo que compraron clínker importado, pero les jugó en contra el problema de transporte fluvial, debido a que el río Paraguay no recuperó caudal y está cada día más complicado.
“El río está crítico. Se retrasa mucho todo porque las barcazas deben hacer alijos en otras más pequeñas. Esto afectó la frecuencia de llegada de clínker y provoco desabastecimiento del cemento. Es por eso que bajó muchísimo el despacho”, recalcó.
Benítez dijo que la próxima semana ya estarán entregando unas 25.000 bolsas por día y esperan alcanzar las 40.000 en noviembre, pero ya recurriendo al flete terrestre.
Confesó que es grande el porcentaje que afecta la estructura de costos de la logística que dificulta el traslado de materia prima para la producción. Aclaró que no están perdiendo dinero por el precio, pero tampoco se gana. “Pasa que tenemos una carga muy importante en aporte al Estado, créditos, las cuotas de los bonos soberanos, pero estamos al día”, justificó.
Sobre las pérdidas de más de G. 40.000 millones, indicó que se debe esencialmente a la caída de las ventas. “Por un lado está eso y, por otro, tenemos procesos administrativos anteriores que deben ser ajustados contablemente en valores y van a significar una importante reducción”, subrayó.
Precisó que el pasivo del momento supera en el acumulado a los G. 40.000 millones; sin embargo, el total de la empresa es muy grande y se deben deudas históricas que se arrastran con otras empresas públicas con quienes existen acuerdos de pagos fraccionados y paralelos de cuotas.
LA CIFRA
3.300
bolsas se despacharon el lunes en la planta de Villeta de la INC, hecho que marca el nivel crítico al que descendió.