El decano fue imputado por el delito de exacción en carácter de instigador por el equipo del Ministerio Público que investiga el caso. También fue imputado por exacción Teofilo Agustín Burgos, tesorero de la Facultad.
Torales había sido denunciado por hechos de corrupción durante su gestión, por los propios estudiantes de la casa de estudios.
En el escrito solicitaron la urgente intervención de la Fiscalía ante la serie de irregularidades detectadas en la Facultad.
En el pedido de imputación los fiscales a cargo explicaron que las irregularidades se fueron viendo una vez que la casa de estudios fue intervenida.
Una de las anomalías era que no se expedían recibos o facturas a los alumnos por el pago de matrícula. Además, el costo pasó de G. 350.000 a G. 400.000 este año. Lo mismo ocurría con el pago de G. 15.000 por derecho a examen.
Además, la Facultad obligaba a todos los docentes que abonen por cursos de posgrados que nunca se impartieron. El monto de dichas clases eran descontadas automáticamente de los salarios de los educadores. En este caso, tampoco se entregaban recibos.
Todo el dinero recaudado en concepto de matrícula, derecho de examen y otros aranceles, era depositado en la cuenta personal de Burgos.
También era obligatorio que los alumnos paguen la suma de G. 50.000 y los docentes la suma de G. 100.000 para el carnet universitario.
A todo esto se suma que los docentes debían abonar una suma de dinero para cubrir los gastos de electricidad, agua y compra de insumos. “El tesorero y el decano siempre manifestaban que no contaban con presupuesto para la filial”, explica el documento.
Posteriormente se comprobó que dicha sede cuenta con un presupuesto anual G. 1.600.000.