La fiscala Carolina Martínez imputó a un hombre por agredir a su pareja, estando ella embarazada de 37 semanas. Lo peor del caso es que el hijo de ambos, de apenas tres años, presenció la golpiza. Según la mujer, la violencia familiar es reiterativa.
“Acabo de presentar la imputación por violencia familiar contra el señor, quien ya está detenido y a disposición del Juzgado”, comentó ayer la fiscala Martínez.
Explicó que la mujer, en su declaración, dijo que la violencia que sufre es constante y que en el 2019 ya había hecho una denuncia, pero no se le imputó al hombre. Luego de una separación, volvieron y los golpes también.
“En la madrugada sucedió el hecho. Fue golpeada en varias partes del cuerpo. Él se negó a trasladarle hasta el hospital y solo cuando dijo que tenía molestia en su bajo vientre, por eso la trasladó, pero le dejó a cinco cuadras y ella tuvo que caminar”, lamentó la fiscala.
LLAMADA. La fiscala Carolina Martínez recibió la denuncia de violencia familiar y fue hasta el Hospital Materno Infantil de Capiatá, donde la mujer, quien es enfermera de IPS, fue asistida.
Según el informe de la Fiscalía, los médicos constataron que la mujer tiene molestias en el bajo vientre y lesiones en el rostro a causa de los golpes de puños que recibió de su pareja. Afortunadamente, no perdió al bebé.
Además, el hijo de 3 años presenció la agresión, por lo que la fiscala ordenó que sea evaluado sicológicamente este lunes. Mientras, el pequeño quedó bajo la guarda de familiares.