Esta imprevisión de los efectos de la crecida y el avance acelerado de las aguas en los bañados de Asunción generó un estado de crispación en los ribereños, quienes amenazaron con forzar la entrada al lugar a pesar de la custodia militar instalada en el acceso mismo.
Pasado el mediodía de la víspera, apenas 130 familias evacuadas ingresaron al inmueble cuando otras 800 ya tenían sus números en mano (cada uno vale un lote), bajo un cielo totalmente nublado que presagiaba lluvia, la cual es sinónimo de más afectados en toda la ribera capitalina.
En algunos casos, pobladores denunciaron que entre las primeras personas que entraron a la propiedad había quienes ni siquiera tenían sus viviendas anegadas y que no tenían la numeración correspondiente para ello.
RECLAMO. Pompeya Cazal, representante del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y de la organización Centro Ayuda Mutua Salud Para Todos (Camsat), lamentó el desorden y el caos que se tuvo en el ingreso al terreno del ex R.I. 14.
En ese sentido resaltó que hace diez días atrás tuvieron una reunión con autoridades de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), a la que llevaron una lista de familias en inminente riesgo de inundación y donde plantearon que ya se marquen 500 lugares para la reubicación de los damnificados.
“En años anteriores se hizo así. Se marcaron de antemano los lugares en los cuales se iban a instalar las viviendas de las familias evacuadas, de manera que la gente pueda salir de sus lugares inundados y entrar a este refugio de forma ordenada y tranquila, sin ningún sobresalto”, explicó.
Agregó que “este es un fenómeno totalmente previsible. Hace tiempo se sabe que esta crecida se iba a dar con las lluvias torrenciales que estaban pronosticadas. Sin embargo, llegamos de nuevo a una situación lamentable, donde todo estaba a punto de ser rebasado. Es una pena”.
Dijo además que a los ribereños no les gusta huir de las aguas cada lapso de tiempo ni asentarse en un predio militar, donde la vida no es fácil.
OBRA. En otro momento, Cazal reclamó la construcción del proyecto de Franja Costera, que es el refulado y relleno del terreno en todo el Bañado Tacumbú y la materialización de viviendas dignas para la población de ese territorio, estimada en 11.000 personas.
“Hace cuatro años que la gente del Bañado Tacumbú pelea para que este proyecto se haga realidad. Esta gente ya no quiere molestarle a nadie con cada inundación. Que se los califique de sinvergüenzas o haraganes, lo cual no es cierto. Y con este proyecto se acabará todo ese éxodo hacia sectores altos de la ciudad”, insistió.
Finalmente, informó que el próximo 16 de noviembre harán una gran movilización de damnificados de este punto ribereño asunceno para reclamar que de una vez por todas las autoridades nacionales materialicen esta obra costera que acabará con este drama cíclico en las costas capitalinas.
Gente censada hace días sigue afuera y otra que ni está inundada ya entró. Hay cosas muy raras. Paula Franco, damnificada.
La marcación de lotes es lenta. No se previó el avance rápido de las aguas. La gente está desesperada. Sandra Aguilar, damnificada.
5,46 metros alcanzó el río en la ribera, a solo 4 centímetros del nivel crítico.