Frente a la preocupante coyuntura de desaceleración económica reinante en el país, el Centro de Importadores del Paraguay (CIP) emitió ayer un comunicado en el que solicita al Estado paraguayo que urgentemente “se haga cargo de estas situaciones (el desempleo, la caída de ventas, el contrabando, etc.) que están afectando al país, y busque soluciones para que se pueda reactivar la economía”.
En términos concretos, la comisión directiva del gremio citado pidió que las medidas a ser tomadas empiecen con un paso atrás por parte del Gobierno en el planteamiento de cambios en las reglas de juego (refiriéndose al estudio de la reforma tributaria), que justamente se están dando en momentos de incertidumbre, “pues pueden empeorar más aún la ya compleja situación”.
El CIP hace referencia también en el comunicado al índice de desempleo general, que mostró un preocupante aumento en el primer trimestre del año, y que rápidamente repercutió en la caída de la mayoría de los indicadores de consumo.
Esto, según el gremio liderado por Neri Giménez, afectó gravemente a la situación económica, lo que genera desaliento sobre los resultados de la actividad económica registrados al inicio de este año, con sectores productivos replegados, “todo lo cual tendrá consecuencias con el crecimiento económico que el país venía sosteniendo desde hace años”, según se lee en el documento.
LA VISTA EN EL ESTE. La situación particular de Ciudad del Este fue también tenida en cuenta por el CIT, ya que se trata de un polo donde tanto el desempleo así como la caída de las ventas se han acentuado en mayor escala, y donde impera la necesidad de mantener la competitividad histórica –según la directiva del gremio–, teniendo en cuenta la próxima instalación de zonas francas brasileñas en ciudades vecinas.
A la par de la desaceleración y de la cada vez más notoria caída del consumo a nivel local, el CIT argumenta que progresar en el proceso de una reforma fiscal en el país requiere mejorar el gasto público y rever prioridades que brinden bienestar a toda la población.
NO A REFORMA IMPOSITIVA. En este sentido, insta a que se reduzca en primera instancia la serie de gastos innecesarios en los recursos públicos; mientras que también habla de una incertidumbre que se genera en los agentes económicos, teniendo en cuenta que ahora no se presenta el mejor escenario para empujar reformas profundas como la impositiva, que simplemente beneficien las recaudaciones fiscales.