Diego Figueredo es un joven de 28 años, que vive en una humilde vivienda ubicada en el barrio Santo Ángel de San Ignacio, Misiones, junto a su madre –que es empleada doméstica–, su hermana –limpiadora de una escuela– y su hermano que es albañil.
El joven renunció a su trabajo porque no tenía tiempo para estudiar y es un convencido de que ese es el único camino.
“Actualmente estoy en el 1er año de la carrera de Derecho en la UNP, trabajé mucho tiempo en una casa comercial adonde iba de lunes a lunes y me pagaban G. 400.000 quincenal. Me di cuenta de que si seguía allí no llegaría a ningún lado y empecé a pensar qué podría hacer para salir de ese trabajo que me ataba y no podía progresar”, recuerda.
Con coraje y la mochila cargada de esperanzas, decidió vender remedios yuyos en su bicicleta, y acceder así a la universidad, para cumplir su sueño de convertirse en un gran abogado, que ayude a las personas de escasos recursos víctimas de injusticia, pues sabe lo que se siente ser discriminado.
El joven cuenta que por las mañanas sale a vender remedios yuyos, “a G. 2.000 la bolsita, de eso yo gano la mitad y así ayudo a mi familia y solvento los gastos de mis estudios; además, hace poco hice una pollada para juntar fondos porque en diciembre tengo que poner G. 1.000.000 para poder rendir, porque debo por algunas materias y cuotas; por eso agradezco a la gente que me ayudó a conocer mi situación y mis deseos de superación”, agregó. Diego, quien todas las tardes se va a su facultad a pie, aunque la institución queda bastante lejos de su casa –camina 3 km de ida y 3 km para regresar–.
El joven actualmente vive en un barrio periférico con pocas comodidades, pero tiene grandes anhelos y expresa que no descansará hasta lograr sus sueños, entre ellos incluso llegar a ser actor en películas de Hollywood, sueño que cobró fuerza tras su participación en el cortometraje misionero.
“A pesar de mi realidad, tengo grandes sueños y deseo vivir en un lugar más confortable, ofrecerle a mi familia mejores condiciones de vida. Estoy seguro de que lo lograré, insto a los demás jóvenes a no rendirse, querer es poder”, reflexionó.
Quienes deseen ayudar a Diego Figueredo, comunicarse al (0981) 475-644.