Añadió estar “indignado y con un sabor amargo” por el trato que recibió luego de haber trabajado 20 años en el Ministerio Público. Incluso mencionó que accionará judicialmente cuando su caso se aclare.
Volpe aseguró que durante su labor como fiscal todas las decisiones se dieron con el aval de Quiñónez, insinuando que estaba al tanto de las acciones tomadas en torno a la carpeta de Sergio de Arruda Quintiliano Neto, alias Minotauro.
Indicó que antes de que el sindicado como capo narco y líder del Primer Comando Capital (PCC) fuera detenido en Brasil había información sobre su presencia en la zona fronteriza del país, con identificación falsa, por lo que abrieron una causa por abuso de documentos, lo que facilitaría su captura y posterior expulsión teniendo en cuenta la vulnerabilidad del sistema penitenciario.
Luego de la caída del criminal en febrero del 2019, Volpe explicó que como estrategia investigativa se solicitó archivar la causa y abrir otra en paralela, para dar con el esquema con el que Minotauro operaba en Paraguay; y en el marco de ese trasfondo, de acuerdo con su versión, recibió el polémico obsequio que ordeno se devuelva pero el abogado que lo entrego nunca regresó a la Fiscalía.
El documento remitido por los brasileños indica que Volpe, supuestamente, aceptó coima cuando era fiscal y se encontraba investigando a Minotauro.