Hugo Duarte (Asunción, 1956-2013), codirector de la imprenta editorial Arte Nuevo, falleció ayer a la mañana, aquejado de una afección renal. Sus restos se velan en el salón velatorio Memorial de Sajonia, ubicado en Carlos A. López 737. El entierro tendrá lugar hoy, a las 11.00, en cementerio de la Recoleta de Asunción, ubicado en el barrio del mismo nombre.
El coautor de la novela Rasmudel o el relato de tres relatos (1983), junto con a Jorge Aymar y Moncho Azuaga, es recordado por amigos y colegas como “un profesional ejemplar y gran amigo”, así coinciden Moncho Azuaga, Osvaldo Salerno, Toni Carmona y Vidalia Sánchez.
“Hugo fue poeta, amigo del arte y la cultura paraguaya, un buen editor. Desde su imprenta Arte Nuevo hacía trabajos de muy buena calidad. Cuando los editores queríamos un trabajo que precise cuidado y control de calidad elegíamos a Hugo”, recordó Sánchez.
El autor del ensayo Drogas en Asunción. Más allá del miedo (1989), “era muy detallista en sus trabajos, además, una persona cordial y formidable”, agregó la editora.
“Fue un compañero de lucha para el Museo del Barro, que en todas sus tareas editoriales tenía su sello. Él entendía la perspectiva de la profesión del artista y sus tareas, así hacía fácil nuestros trabajos y sumaba para que estos sean una realidad. Era amigo de los objetivos del Museo”, comentó a su vez el artista plástico y crítico de arte Osvaldo Salerno.
CONGOJA. “Una de las primeras sensibles pérdidas de este año es la partida de Hugo Duarte, heredero de una tradición editorial que le llega del abuelo, fundador de la editorial La Mundial, que él levantó y convirtió en lo que es hoy Arte Nuevo”, comentó el dramaturgo Moncho Azuaga.
Para Azuaga, el coautor con Enrique Collar del guión Miramenometokei (2002), el primer largometraje totalmente paraguayo, la labor de Duarte es destacable y digna de admiración. “Hugo recuperó los tipos de la imprenta, y a su vez, la tradición familiar en esa labor al salvar la vieja imprenta del abuelo”, subrayó Azuaga.
En cuanto a la calidad como persona del editor, Azuaga alabó su hospitalidad y calidez humana. “Su casa era de permanentes tertulias. Fuimos compañeros de colegio y sé que desde muy joven tenía un espíritu luchador y solidario, colaborando siempre en movimientos sociales y culturales”, afirmó.
“FUE UN AMIGO Y GRAN PROFESIONAL”
“Fue un gran amigo, excelente anfitrión de artistas y destacado profesional. Su padre también fue un gran amigo, a quien conocí por trabajos en la imprenta. Uno de sus últimos trabajos lo compartí con él: la Enciclopedia Guaraní Castellano de Ciencias Naturales y Conocimientos Paraguayos, del Dr. Carlos Gatti, publicación que forma parte de una serie a cargo de su editorial Arte Nuevo. La misma llevó mucho trabajo, era una edición antigua, que solo podía confiársele a alguien como él, que venía de una tradición de editores muy larga; fue el último trabajo que hicimos, presentado hace poco en el Parlamento”.
