La lluvia ácida es una forma de contaminación atmosférica que se forma cuando los óxidos de azufre y nitrógeno se combinan con la humedad atmosférica al quemarse combustibles fósiles como el carbón y el petróleo en las centrales energéticas, las calderas industriales y los motores de automóviles, formando ácido sulfúrico y nítrico, que pueden ser arrastrados a grandes distancias hasta depositarse en forma de lluvia.
Descrita por primera vez en 1872, sigue siendo uno de los problemas más difíciles de resolver del mundo industrializado.
La principal causa es la contaminación industrial. Cada año se liberan en el mundo alrededor de 100 millones de toneladas de dióxido de azufre, de lo que 38 millones corresponden solo a Europa y Norteamérica.
En 1976, se encargó a la Comisión Económica para Europa de la ONU que crease un instrumento de carácter internacional para adoptar medidas capaces de combatir la contaminación atmosférica: el Convenio de Ginebra, que se materializó en la firma, en 1979, del Convenio sobre contaminación atmosférica transfronteriza a gran distancia. Entró en vigor en el año 1983 y supuso el primer gran paso a nivel mundial en materia de porotección del medio ambiente. Su importancia reside enla posibilidad de que todos los Estados tomaran parte en la preservación del medio ambiente de forma directa.
Al tratarse de un acuerdo marco, se ha ido desarrollando a través de cinco protocolos que sí cuentan con legislación, estableciéndose la limitación y reducción gradual de l contaminación atmosférica; la elaboración de polítcas y estrategias para combatir las emisión de contaminantes atmosféricos: el intercambio de información sobre políticas, actividades científicas y demás cuestiones técnicas tendentes a la reducción de emisión de contaminantes. Impulsa actividades concertadas de I + D en torno al problema de la contaminación y los costes económicos, sociales y ecológicos de las medidas a adoptar, sugiriendo la realización de un “programa concertado de seguimiento y evaluación del transporte a gran distancia de los contaminantes atmosféricos de Europa”, conocido como EMEP (European Monitoring an Evaluation Program). Su misión es vigilar la emisión de los principales contaminantes: hidrocarburos, partículas en suspensión y partículas sedimentales en el agua, suelo, vegetación y aire, A partir del Convenio de Ginebra de 1979, se sucedieron el Protocolo de Ginebra de 1984, que estabelció un mecanismo financiero para el EMP, y el Protocolo de Helsinkin, del 9 de julio de 1985, sobre cuya base los países firmantes se comprometieron a reducir sus emisiones anuales SO2, al menos en un 30% antes del año 1993. Un segundo protocolo exigió la congelación de las emisiones de óxido de nitrógeno.