EFE
REDACCION INTERNACIONAL
El ataque contra el hospital Al Ahli Arab, en el norte de la Franja de Gaza, un establecimiento sanitario en el que se han reportado cientos de muertos y heridos por un bombardeo cuya autoría no asumen Israel ni el grupo islamista Hamás, ha desatado numerosas reacciones en el mundo y suma un nuevo ingrediente al conflicto que ya completa once días.
Diferentes voces desde el Consejo Europeo hasta la Organización Mundial de la Salud (OMS), Médicos sin Fronteras (MSF) y diferentes Gobiernos de Oriente Medio, norte de África y América han elevado su voz para condenar el ataque que deja entre 200 y 500 muertos, según las fuentes. El Ministerio de Sanidad de la franja, controlada por el grupo islamista Hamás, afirma que fueron medio millar los muertos por el bombardeo.
“Un ataque contra civiles no está en línea con el derecho internacional”, dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, mientras que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se reservó la valoración del ataque, argumentando que necesitaba “confirmar” lo ocurrido.
La OMS condenó con contundencia el ataque señalando que si bien sobre este centro médico pesaba una orden de evacuación del Ejército israelí, la misma no se llevó a cabo dada “la inseguridad actual, el estado crítico de muchos pacientes y la falta de ambulancias, personal, camas en el sistema sanitario y refugios alternativos para los desplazados”.
El secretario general de la ONU, António Guterres, dijo estar “horrorizado por el asesinato de cientos de palestinos civiles” en el hospital Al Ahli, un hecho que condenó, aunque evitó apuntar a posibles responsables.
Por su parte, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) expresó su “conmoción y horror": “Los hospitales deberían ser santuarios para preservar la vida, no escenas de muerte y destrucción.
EEUU condena mientras recopila información Aunque afirmó que su Gobierno “continúa recopilando información sobre lo que sucedió exactamente”, el presidente de EEUU, Joe Biden, afirmó estar “indignado y profundamente entristecido” y condenó el ataque.
Estados Unidos, añadió, “defiende inequívocamente la protección de la vida civil durante el conflicto”.
Por su parte, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, condenó el ataque de “inaceptable” y contrario a las leyes internacionales, sin hacer un señalamiento directo sobre Israel.
MUNDO ARABE. Aunque Israel y el brazo armado de Hamás se acusan mutuamente, el mundo árabe responsabiliza de forma unánime al Estado israelí por el ataque contra el hospital Al Ahli Ara, al que no vacilan en calificar como una “una masacre deliberada”.
Egipto, Arabia Saudí y Jordania condenaron de forma contundente el ataque señalando a Israel de “bombardear deliberadamente” y cometer una “masacre atroz”.
Entretanto, el rey jordano, Abdalá II, apuntó que el bombardeo al hospital es un “atroz crimen de guerra que no se puede tolerar”. Catar y Omán fueron más allá y tildaron el hecho como “masacre atroz” que “presagia consecuencias nefastas para la estabilidad de la región” y de “genocidio y crimen de guerra”, respectivamente.
Aunque el mensaje más duro provino de parte del secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, quien se preguntó: "¿Qué mente infernal ataca un hospital que acoge gente desarmada deliberadamente?”.
500 personas habrían perecido en el ataque con bombas contra un hospital en el norte de la ciudad de Gaza.
Jordania cancela cumbre con Biden
Tras el ataque contra el hospital en Gaza, que habría dejado entre 200 y 500 muertos, Jordania decidió no acoger la cumbre cuatripartita que estaba prevista para este miércoles en Amán, con la participación del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
También canceló su participación en el frustrado encuentro el presidente palestino, Mahmud Abás, quien regresó este mismo martes a Cisjordania para “una reunión urgente con el liderazgo palestino”, informó la agencia oficial palestina Wafa.
Mientras, el grupo chií libanés Hizbulá pidió que este miércoles sea un día “de ira sin precedentes” contra Israel y llamó a la población a que salga a las calles al considerar que “las denuncias ya no son suficientes”.
Además, el propio líder político del movimiento islamista Hamás, Ismail Haniye, afirmó que la masacre de al menos 500 palestinos en un hospital de Gaza supondrá “un punto de inflexión” en la operación Tormenta de Al Aqsa contra Israel e instó a los árabes y musulmanes a unirse a las protestas.