- Narciso Meza
- SAN MIGUEL, MISIONES
Vigorosa, transmitiendo mucha energía, doña Fermina, de 80 años, es la figura más emblemática de las artesanas que trabajan la lana de oveja para convertirla en hermosas prendas. Ella se dedica a esta actividad, muy propia de San Miguel, Misiones, desde cuando tenía apenas siete años. Desde entonces lleva más de siete décadas elaborando ponchos, sobrecamas, gorros, hamacas y otras creaciones hechas totalmente del ovecha rague.
El viernes pasado se inició en la mencionada ciudad el tradicional Festival del Ovecha Rague, que presenta una serie de actividades, con destaque a la exposición de artesanías hechas a base de lana que se exhiben en stands ubicados en la plaza San Miguel Arcángel. El evento integra, además, un desfile a cargo de instituciones educativas de la región, asado a la estaca y una peña folclórica.
Tras dos años de inactividad por la pandemia, se realizó el evento en su edición número 31. Artistas como Los Ojeda y Oasis de Villarrica marcaron presencia en el concurrido festival, que se realizó en medio de un clima de bajas temperaturas.
RECONOCIMIENTO. La organización del evento premia a una serie de personas e instituciones por su aporte a la artesanía local. La señora Fermina Fernández viuda de Correa es una de las figuras que recibieron la distinción por su larga trayectoria en el oficio artesanal.
La misma cuenta que mediante su trabajo educó a sus siete hijos, de los cuales uno trabaja con ella hasta la fecha. Menciona que aprendió la tarea artesana de una mujer que la crió. “Yo no conocí el amor de padre y madre porque mi progenitora me entregó a una joven, cuando yo tenía solo dos años, y fue esta mujer la que me enseñó a trabajar la lana cuando yo tenía siete años y desde entonces no paré”, manifiesta.
Tradición. San Miguel, Misiones, es una comunidad ubicada a 280 kilómetros al sur de Asunción, sobre la ruta nacional PY01 y es desde hace décadas una referencia inconfundible de la artesanía a base de la lana de la oveja. Todos los días del año son expuestos en puntos de ventas apostados sobre las dos aceras de la ruta las creaciones hechas por las artesanas y los artesanos de la ciudad. En el caso de la señora Fermina, ella hace su trabajo totalmente a mano, al utilizar antiguas herramientas.
Fernández cuenta que el proceso comienza con el lavado de la lana recién sacada de la oveja, luego todo el trabajo para hacer el hilo y finalmente el tejido que convierte al ovecha rague en hermosos ponchos y otros objetos que comercializan con frecuencia en los puestos ruteros. “Es todo un proceso que lleva mucho trabajo, pero gracias a Dios es rentable, en mi caso me ayuda a tener dignidad y un buen pasar económico”, asegura.
Festival. El Festival Ovecha Rague de la Canción y de la Artesanía fue creado en 1989 por iniciativa del Centro Sanmiguelino residente en Asunción. La idea nació en los encuentros realizados frecuentemente por estos, con la intención de dar destaque al mercado en torno a los artículos de lana hechos por los artesanos.