El 1 de enero de 1969 llegaban al Paraguay Sor Ida Chistolini y Sor Enrica de la Torre, ambas de nacionalidad italiana, las dos primeras de la Congregación Hijas de Santa María de la Providencia, familia religiosa fundada por el Beato Luis Guanella.
Impulsadas por el Divino Amor, guiadas por el Espíritu de Misericordia y Providencia más la audacia y la valentía que surge de la vocación nacida de Dios, inmediatamente iniciaron el reconocimiento del terreno, Departamento Central, Zona Capital, ciudad de Asunción, iniciaron la siembra y no tardaron en germinar porque pusieron en ella paciencia y mucho amor.
A pocos años nace la primera comunidad de Hermanas del Colegio Santa Rosa, situada en las calles Luis Alberto de Herrera y 22 de Setiembre, Asunción, teniendo como Superiora a Sor Ida.
No sin obstáculos, pero confiadas en la Divina Providencia, creció, contando hoy con los tres niveles de estudio. Funciona en el mismo local el Instituto Profesional Santa Bernardita. Años posteriores se sumaron otras comunidades como el Hogar de Ancianas Oasis, siempre dentro del plano de Asunción. Pasado un tiempo nace el Techo Fraterno Beata Clara, en Caacupé, Cordillera. En sitios más alejados como Caballero y San Joaquín comenzaron su día a día las comunidades dedicadas a la formación y orientación vocacional.
Pero, ¿qué es lo queremos transmitir hoy? El 24 de octubre, fecha del paso a la eternidad del Santo Fundador Don Guanella se celebraron los 40 años de presencia y servicio de las Hijas de Santa María de la Providencia, constituyéndose desde entonces en referencia permanente, sencilla y generosa del carisma guanelliano la Hna. Ida.
Con el corazón rebosante de alegría en torno a la Mesa del Señor nos hemos reunido para celebrar este gran y grato acontecimiento del caminar de la Familia Guanelliana, particularmente para dar gracias al Señor por la fidelidad y fecundidad de la entrega de la Hna. Ida (en la foto, está a la derecha).
La semilla ayer sembrada sigue dando hoy sus buenos frutos. Creciendo y multiplicando como deseaba el Padre Guanella en el mundo de los laicos. Surge así la presencia del distinguido grupo de señoras de distintos lugares, que atraídas por el espíritu y servicio a los más necesitados, muy vivo en el ambiente guanelliano, y después de 3 años de formación, entraron a formar parte del Movimiento Laical, reconocido por la Santa Sede y otras renovando sus promesas a Dios en el servicio a los más desheredados en la persona de la superiora provincial Sor Antonina Sánchez Díaz, una de las primeras hermanas guanellianas paraguayas.
Es necesario, además, resaltar que en esta hermosa fiesta de fraternidad guanelliana, pusieron la nota de color, brillo y alegría los niños del 4º grado de la institución, sede del acto.
La maestra de grado fue formada con el Espíritu Guanelliano bajo la dirección de Sor Ida. Así transcurrió este encuentro de la Familia Guanelliana, de la comunidad religiosa escolar Santa Rosa de Asunción, que con justa razón el Beato Luis Guanella decía: “El corazón de una persona es semejante a un jardín, que cuando se ponen todos los cuidados produce flores y frutos a su tiempo”. Y todo por hacer visible el amor misericordioso del Padre Providente. Les invitamos a los lectores de Última Hora a conocer a la Familia Guanelliana y a sumarse a la siembra del bien.
Sor Rosario Giménez
NO MÁS SECUESTROS
Paraguay llora hoy su independencia robada por tiranos y opresores del pueblo, sanguinarios delincuentes, violadores del Estado soberano cuyo logro fue obtenido con sangre de héroes paraguayos. Hoy necesitamos más que calcomanías, banderas, pasacalles para cambiar la situación que nos está afectando a todos en nuestro país.
La acción es valedera y loable, es señal de que en realidad existe en nuestro ser y en la sociedad en general el deseo inmenso de recuperar aquel Paraguay que nos robaron, recuperar nuestra libertad, nos han secuestrado y arrinconado en nuestros propios hogares. La inseguridad y la sensación de zozobra se apoderan de nuestras vidas día a día y el temor a salir a las calles se acrecienta, dejándonos así en manos de delincuentes, ladrones, asesinos y terroristas que actúan impunemente.
Esta no es la tierra que nos heredaron aquellos que lucharon por nuestra libertad, esta no es la tierra que nuestros padres soñaron para nosotros, no es la tierra con la que soñamos todos. Queremos un Paraguay seguro y honesto, un Paraguay en donde nuestros padres se sientan tranquilos cuando salimos y vamos a la facultad, a la escuela, al trabajo, a la esquina. Queremos sentirnos protegidos, llegar a salvo a nuestras casas, viajar seguros en los ómnibus sin temor a que nos asalten dentro de él o a que el colectivo se desarme por el camino a causa del estado desastroso y criminal de las unidades de transporte. Queremos sentirnos a salvo en nuestro propio hogar y en nuestras calles. Hoy hacen falta más que calcomanías, más que indignación, hoy hace falta que nuestra voz sea una sola, suene fuerte y sea escuchada. Hoy hace falta que estemos unidos y dispuestos a cambiar esta infame realidad que nos azota y nos perturba.
Paraguayos, es hora de despertar y dejar de lado la ociosidad y el desinterés, saquemos de nuestra actitud el ñembotavy popular que mal ha caracterizado a nuestra cultura. Construyamos ese Paraguay que merecemos y con el que soñamos todos. No necesitamos de grupos terroristas y guerrilleros que se hacen decir representantes del pueblo. Nosotros somos el pueblo y no queremos a estos delincuentes. Que sepan: no son bienvenidos ni aceptados en nuestro amado país.
Elías Raúl Ortiz González
¿SETAMA RESPONDE?
¿En verdad responde?, ¿qué responde? o ¿a quién responde? Estas son preguntas que me hago cuando leo esa leyenda en la parte de atrás de los colectivos. Señores de la Setama, por favor, no sean solamente recepcionistas de las llamadas, hagan que se cumplan los estamentos de rigor. Chatarras, como las de la línea 14, y algunas otras empresas, esos colectivos no pueden ni deben circular más por la ciudad. Esta es una queja específicamente en contra de la empresa Teniente Rojas Silva, responsable de la línea 14, el itinerario que cubre va desde Roberto L. Petit y pasa por barrios de Lambaré.
El coche número 17 de esa empresa es el ejemplo. En forma jocosa acostumbro a pensar que esta línea de colectivo nos une más a todos los usuarios, porque nos obliga a rezar un rosario o elevar una plegaria, pidiendo que pueda frenar en cada esquina para que podamos llegar a nuestros lugares de trabajo sanos y salvos.
Una de estas chatarras en estos días de intensa lluvia no cierra la puerta trasera y encima tiene algunos vidrios atorados y otros rotos. Los pasajeros además tenemos que lidiar con el mal humor y la falta de educación del chofer de turno, que debería aprender a conducir. Señores de la Setama, soy un ciudadano como todos ustedes y quiero que multen a los que tienen que multar y no dejen pasar más estas quejas que me imagino tienen un montón día tras día. Hagan que el eslogan tenga validez y no solamente sea una linda frase: “Setama responde”.
Marcelo Ramírez