Uno de los casos más llamativos y sin precedentes es el de los tres hermanos Palacios de Honduras, Jerry, Wilson y Jhony, de los que estos dos últimos llegaron con el equipo a Sudáfrica, donde se les unirá el primero, llamado de emergencia ayer para sustituir al lesionado centrocampista Julio César de León.
Singular resulta asimismo el caso de dos hermanos de origen ghanés pero con distinta nacionalidad, Jerome y Kevin Prince Boateng, el primero defensa de Alemania y el otro delantero de Ghana, ambas selecciones encuadradas en el Grupo D junto a Serbia y Australia.
Los Boateng podrán sentar un precedente de un hermano que juega contra otro en un Mundial cuando sus equipos se enfrenten el próximo día 23 en el Soccer City de Johannesburgo, en la jornada de cierre de su grupo.
Pero en este Mundial se encuentran otras relaciones familiares en distintos equipos, como la del entrenador de Argentina, Diego Maradona, y su yerno, el delantero de la selección y del Atlético de Madrid Sergio “Kun” Agüero, pareja de su hija Gianina, con quien tienen un hijo, Benjamín.
Según la FIFA, también hay dos casos de padre entrenador e hijo jugador: en Eslovaquia, ambos llamados Vladimir Weiss, y en Estados Unidos, Bob y Michael Bradley. En los dos equipos los hijos son centrocampistas.
De vuelta con los hermanos, en Ghana también están, de acuerdo con los registros de la FIFA, Andre e Ibrahim Ayew, hijos del antiguo futbolista Abedi Pelé, ex Balón de Oro africano.
Otros hermanos que son seleccionados de sus países son Edgar (Atalanta, ITA) y Diego Barreto, de Paraguay, al igual que Kolo y Yaya Touré, de Costa de Marfil, el primero del Manchester City inglés y el segundo del Barcelona español.
Los primos Rigobert y Alex Song juegan en Camerún, y Samir (titular) y Jasmin Handanovic, ambos porteros, en Eslovenia.
En la selección hondureña también hay dos primos, el delantero David Suazo y el centrocampista Hendry Thomas, quien estos días comentaba a periodistas en Sudáfrica que ojalá aquel se recupere de una lesión y así “estar entre familia” en la cancha.
Se alarga así la ya extensa lista de familiares que han acudido a jugar o dirigir en un Mundial de fútbol, tales como los míticos hermanos Bobby y Jackie Charlton, campeones con Inglaterra en su Mundial de 1996, o Brian y Michael Laudrup, que jugaron con Dinamarca en Francia'98.
Hubo también otras parejas de hermanos jugando en el mismo equipo en un Mundial, entre ellas los argentinos Mario y Juan Evaristo en Uruguay'30; los alemanes Fritz y Ottmar Walter en Suiza'54 (ganaron el título), y los también teutones Bernd y Karl-Heinz Forster en España'82.
Holanda ha tenido ilustres parejas de hermanos sobre el césped en una Copa del Mundo: René y Willy van der Kerkhof (Alemania'74 y Argentina'78), Ronald y Erwin Koeman (Estados Unidos'94), y Frank y Ronald De Boer (Francia'98).
México pudo haber tenido una pareja de hermanos en Sudáfrica 2010, pero a última hora fue descartado Jonathan dos Santos y sólo quedó Giovani.
La selección española tuvo a Manolo Sanchis en el torneo de 1966 en Inglaterra, mientras que su hijo, del mismo nombre, también acudió posteriormente al torneo.
Honduras, llena de hermanos y primos, no pudo registrar un padre e hijo mundialistas por la baja por lesión del atacante Carlo Costly, cuyo papá, Allan, fue defensa central en España'82.