El Parlamento británico ha manifestado su preocupación por la venta de armas a Argentina, en tiempos en que la reivindicación de la Casa Rosada sobre las Islas Malvinas se ha vuelto a colocar en la agenda política.
Según publica el diario Clarín, un informe elaborado por la Cámara de los Comunes de Gran Bretaña ha manifestado al Gobierno británico su “intranquilidad” por la venta de armamentos y equipo militar de ese país a Argentina.
La operación sumaría, según The Daily Mail, unos 2,3 millones de libras (cerca de tres millones de euros) en los últimos dos años, en concepto de componentes militares para helicópteros, aviones, barcos de guerra, pistolas, radares y otros equipos de comunicaciones.
El informe, realizado por el Comité sobre Control de Exportaciones de Armas del Parlamento, advierte al primer ministro inglés, David Cameron, de que debe ser más “precavido” en lo que tiene que ver con la exportación de armas a países como Argentina, China, Siria y otros países árabes. Como en tantas otras ocasiones y en muchos otros países, se evidencian las contradicciones entre la política exterior y las necesidades de la industria militar.
Según el mismo informe, el Foreign Office también se ha mostrado preocupado por la exportación de armas y el propio Comité de la Cámara de los Comunes llevó a solicitar a David Cameron que presionase a países europeos y a los Estados Unidos para que dejen de vender equipamiento y tecnología militar a Argentina.
El pasado mes de abril, y en respuesta a los vaivenes diplomáticos en torno a las islas, el Reino Unido anunció que limitaría la venta de insumos militares a Argentina.
En aquel momento, Londres prohibió la exportación de bienes que pudieran desarrollar a las fuerzas armadas argentinas, pero autorizó la venta de productos destinados a mantener su capacidad.
SOCIOS DEL SUR. Para el periódico Clarín, “el equipamiento militar argentino tras la guerra de Malvinas pasó de paupérrimo a obsoleto”.
El diario argentino considera que las iniciativas de la Casa Rosada -la sede del gobierno argentino- en reivindicación de las islas se están observando con “desconfianza y preocupación” por parte de los británicos, que recelan de las consecuencias que tendría una mayor influencia de las potencias emergentes del Sur, muchas de ellas partidarias de la reivindicación argentina, en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
El ejecutivo de Cristina Fernández de Kirchner, conocedor de esos recelos, ya está dando sus pasos: en un reciente viaje a China, el ministro de Defensa argentino, Arturo Puricelli, comunicó a su par chino, Liang Guanglie, el interés de la Casa Rosada por sustituir con productos chinos el equipamiento militar de origen británico.
En aquel encuentro se acordó el contenido del memorando de cooperación militar y se avanzó, según el Gobierno argentino, “para lograr acuerdos institucionales que fomenten intercambios en materia de defensa”.
El Reino Unido prometió no hace mucho tiempo seguir defendiendo su soberanía sobre los territorios británicos de ultramar, entre ellos las islas Malvinas y Gibraltar, y el derecho de sus ciudadanos a la autodeterminación.
NUEVA INVERSIÓN
La petrolera británica Premier Oil va a adquirir una participación del 60% de los derechos de explotación de la empresa Rockhopper en la cuenca norte de las islas Malvinas, disputadas por Argentina, en un acuerdo valorado en unos 1.000 millones de dólares.
El acuerdo con Premier Oil contempla un primer pago de 231 millones de dólares en metálico cuando se ejecute la operación en septiembre, en reconocimiento de los gastos en que ya ha incurrido Rockhopper, la única empresa que ha encontrado un yacimiento potencialmente explotable.
A ello se sumarán otros hasta 48 millones de dólares por los costes de exploración de tres pozos participados por Rockhopper, y hasta 722 millones de dólares para financiar futuros gastos de exploración, precisaron las dos empresas en sendos comunicados.
Rockhopper es una de las pequeñas compañías que llevan a cabo exploraciones desde principios de 2010 en las Malvinas, que ha logrado identificar hasta el momento una reserva de hidrocarburos significativa explotable en el campo de Sea Lion, que podría contener hasta 350 millones de barriles de petróleo.