Pronóstico reservado. La llegada del nuevo gobierno, trae consigo una gran cuota de escepticismo. En el Bañado Sur de Asunción la situación no es diferente.
Para Luis Narvaje, poblador de dicha zona e integrante de la organización Juvensur, el gobierno de Santiago Peña debe presentar propuestas concretas para la población juvenil.
“En el discurso del periodo electoral de Santiago Peña, más allá del englobe general de los 500.000 puestos de trabajo, hasta hoy día no se materializa la idea de cómo estaría enfocando”, observa el poblador ribereño.
Como en gran parte del país, el Bañado Sur cuenta con un gran población joven. Sin embargo, ese segmento poblacional carece de capacitación, tanto técnica como profesional, entre otras carencias.
“Hoy, a días de la asunción, el discurso hacia la juventud no existe y mucho menos la acción. Vemos que dejarán de lado de nuevo las políticas públicas hacia el sector joven”, vaticina.
No solo los jóvenes no se ven reflejados en el futuro gobierno. Lo mismo ocurre con las personas de la tercera edad. Marisa Román, quien trabaja en el Centro Comunitario José Valpuesta, mencionó que hasta el momento ni un representante del mando que asumirá el 15 de agosto fue hasta el lugar.
“Desde el gobierno hay que hacer un programa para los adultos mayores. Hay leyes que están escritas y no se cumplen”.
El centro comunitario donde presta su servicio se encuentra en el Bañado Sur hace 20 años. Espera que los referentes del gobierno puedan acercarse. Un reclamo principal, además de mejorar la calidad de vida, es el acceso a la salud para los abuelos.
La política alimentaria para el próximo lustro es otro tema pendiente. Hasta el momento el Parlamento no ha reglamentado la Ley de Comedores Comunitarios, menciona Kimberly Samaniego, de la Articulación de Ollas Populares.
“Estamos viendo mensajes de senadoras del sector que ganó que son proyectistas de esta ley. Es mentira. Las proyectistas somos nosotras, las mujeres de la Articulación. Salió de las comunidades y las necesidades”, expresó.
Mencionó que desde ese Legislativo no solo no reglamentan la ley, tampoco se acercan a conocer qué falta para llevar adelante esos comedores a diario.
“No vemos que en ningún lado desde el futuro gobierno se esté hablando de esto. Estaremos exigiendo que se amplíe el presupuesto para los comedores y centros comunitarios”, contó Samaniego.
Pendientes. La salud y la educación son pilares fundamentales que se espera sean prioridad de los gobernantes.
La designación de Luis Ramírez para estar al frente de la cartera educativa genera cierto optimismo.
“Hay esperanza con el nuevo ministro. Tiene buena formación y creo que también le gusta ser docente y estar con nosotros”, dice la profesora Irene Santacruz, encargada de despacho de la Escuela San Miguel, de Fe y Alegría en el Bañado Sur.
Entre varios pedidos, solicita que se refuerce el acompañamiento de profesionales de la salud mental en las escuelas, continuar con los proyectos que se vienen realizando y sobre todo mayor presupuesto para educación. También que se considere la salud mental de todos los educadores.
El discurso de una salud dirigida al pueblo no tiene visos de traducirse en los hechos, señala Victoria Peralta, integrante de la Asociación Latinoamericana de Medicina Social (Alames)– Paraguay.
“No habrá medidas reales si no se logra revertir el proceso de desfinanciamiento y fragilización del sistema público de salud”, expresó.
Según señaló, esta situación podría precarizar más el sistema público, creando descrédito en la población y abriendo las puertas a iniciativas que busquen privatizar este derecho. “Un sistema privado no promueve la salud. Su interés es el lucro”, dijo.